Previo
Una Historia de Riqueza y Pobreza, por John P. Powelson.

Capítulo 5

Compromiso en el Noroccidente de Europa

 

Durante el siglo X, Europa estaba lejos de ser una sociedad comprometedora, y negociadora. Desde tiempos antiguos hasta aproximadamente el siglo XV las riñas producían más violencia que reconciliaciones; la guerra era endémica; el poder era un valor dominante y la intransigencia la orden regular. De hecho, la violencia y la búsqueda del poder estaban entre las principales fuerzas que estaban impidiendo el desarrollo económico en Europa. Ya para el siglo XII los cambios eran evidentes, aunque muchas de estas cualidades se han mantenido en algunas partes, hasta la actualidad.

Sin embargo, es necesario explicar las candelas y no la oscuridad. Este capítulo resume dentro de cinco secciones cortas, las principales experiencias históricas en negociaciones y compromiso que ocurrieron durante la Edad Media y hasta la actualidad: con respecto a economía, comercio, impuestos, jurisdicción y poder, religión y disertaciones intelectuales. El noroccidente de Europa pasó de una posición de intransigencia y violencia hacia una posición de negociación y compromiso en todas las áreas mencionadas anteriormente. Finalmente, resumiremos el proceso de difusión del poder y exploraremos posibles motivos para su ocurrencia únicamente en el noroccidente de Europa y en Japón.

Economía y Comercio

Para el siglo XII, los comerciantes europeos ya estaban cooperando entre sí. Los ″ compañeros ″ eran propietarios de los barcos mercantes cada uno con su propio espacio a bordo. "La pequeña Comunidad decidiría en la travesía y fecha de navegación, y cada miembro era responsable de guardar sus propios bienes ayudando o siendo ayudado por su vecino." [1]

Durante la primera parte del reinado de Edward I (1272-92) en Inglaterra era la era dorada para el compromiso y negociación entre los reyes, barones, eclesiásticos y burgueses, todo esto asumido a través del Parlamento, el cual estaba siendo institucionalizado. Durante este período se promulgaron importantes legislaciones para comprometerse entre la nueva actitud comercial de que la tierra debería ser vendida libremente y la costumbre feudal antigua adonde un vasallo mantenía la no-enajenable tierra de un señor. En trabajos anteriores he descrito esto en más detalle. [2] Los derechos de los mercaderes y comerciantes, así como los derechos de los barones (terratenientes) negociados en la Carta Magna de 1215, fueron re-negociados y reconfirmados a lo largo de todo el siglo XIII. Entre otras cosas, se proporcionó una conducta segura en Inglaterra para los mercaderes extranjeros, aún aquellos que provenían de países enemigos, siempre que los mercaderes ingleses recibieran una protección igual para sus tierras. [3] Dentro de sus estudios de cartas medievales para negocios artesanos, Epstein encontró una amplia gama de negociaciones y compromisos que no eran completamente evidentes en las cartas en sí, [4] un testimonio para un mercado libre en las instituciones.

En Francia para el siglo XII, los procedimientos judiciales que involucraban mercaderes eran decididos por sus semejantes. Las administraciones de los pueblos estaban más preocupadas por las soluciones de compromiso que por el castigo o la venganza. [5] Se reconoció que la paz era muy importante para el bienestar del pueblo.

Al escoger entre monopolios y privilegios de asociaciones por un lado y libre competencia por el otro, las asociaciones medievales muchas veces buscaban un término medio: competencia regulada para premiar los esfuerzos sin amenazar excesivamente las casas establecidas. "Aún las prácticas más restrictivas de las asociaciones recomendaban reglas para la competencia en lugar de abolirla. A lo largo de Europa los grupos de artesanos escogían este término medio que les otorgaba una medida de seguridad a la vez que les premiaba los esfuerzos individuales." [6] Este compromiso solía girar hacia el libre mercado aún cuando los mercaderes estaban lejos de estar listos para ello.

La cooperación en los pueblos europeos medievales es un tema muy repetido. Los siguientes son apenas unos cuantos ejemplos de una amplia literatura. El sistema de franjas en la agricultura feudal lo convertía en "en el interés de cada hombre de trabajar en cooperación con su vecino." [7] También "era natural que la extensión y desarrollo de la Comunidad pueblerina haría que los agricultores fueran más y más cooperantes." [8] Anteriormente, la cooperación había sido esencial para la defensa, no solo en contra de las invasiones de los Vikingos, Magyar, y Saracen sino que también en contra de las depredaciones de parte de los dueños vecinos o sus arrendatarios. [9]

Los acuerdos que incorporaban derechos recíprocos fueron redactados en las ciudades alemanas por lo menos a partir del siglo XIII. Las "negociaciones " no siempre fueron pacíficas; la Liga Hanseática levantó a todo un ejército y derrotó a Dinamarca en 1380. Se negociaron acuerdos recíprocos entre las ciudades, para proteger los derechos de los con-nacionales, tanto comerciales como legales. Durante el siglo XV los Aventureros Comerciantes de Inglaterra negociaron acuerdos comerciales con Ámsterdam y posteriormente con Hamburgo, en pueblos en los Países Bajos. Durante el siglo XVI, los británicos negociaron acuerdos para sus compañías para que pudieran operar in sus países, notablemente en Rusia y en Turquía.

Durante el siglo XVIII, la creencia común era que destruyendo el comercio del vecino, era una forma de ganar comercio para uno mismo. "Sin embargo, ya antes del final de la guerra [de los Siete Años] existía evidencia que los intereses comerciales eran menos seguros de las virtudes de la guerra, que un instrumento de políticas." [10] Términos indulgentes para Francia después de la guerra y con la continua prosperidad de los británicos, ayudó a guiar hacia el concepto de que la prosperidad de otra nación sirve de ventaja para la propia nación de uno.

El principio de nación más favorecida fue incorporado dentro de los acuerdos comerciales ya durante el siglo XVII, sin embargo el siglo XIX fue el siglo de una gran liberalización, notablemente con el tratado Cobden entre Inglaterra y Francia en 1860 y el tratado Franco-Prusia (Zollverein) de 1862, y cada uno de ellos reducían recíprocamente las tareas y contenían una cláusula de nación más favorecida. También estaban los precursores de los acuerdos comerciales recíprocos del siglo XX y por lo tanto de la Unión Europea [11] el Acuerdo General de Tarifas y Comercio (conocido en ingles como el GATT) y la Organización Mundial del Comercio representan el grado más alto de compromiso económico alcanzado por la humanidad para finales del siglo XX, aunque se espera que no sea el más alto de todos los tiempos. Siete años de lucha, salpicada de confrontaciones, amenazas, y de políticas arriesgadas de línea dura, no obstante también con ganancias potenciales de flexibilidad y reconocimientos, marcó el acuerdo histórico de diciembre de 1993, concluyendo la Ronda de Uruguay. Referencias históricas adicionales sobre negociaciones, cooperación y compromiso sobre la economía y el comercio aparecen bajo el Apéndice 5.1

Cargas Fiscales como Apalancamiento

En la mayor parte del mundo medieval y durante muchos siglos después, en algunos lugares, las cargas tributarias eran impuestos recolectados a la fuerza. En contraste, en Gran Bretaña a partir del siglo XII en adelante, el gobernante podía imponer impuestos únicamente con el consentimiento de su burguesía y los nobles, quienes a su vez tenían que tratar con sus campesinos. Posteriormente, ese patrón se convirtió en la norma en otros países europeos.

En 1258, Henry III de Inglaterra, debilitado por la guerra civil y en bancarrota gracias a una incursión militar a Sicilia que fue mal aconsejada, llamó a los barones para obtener fondos. Ellos hicieron su cooperación contingente sobre que él aceptara a un grupo de consejeros quienes le prepararon las Disposiciones de Oxford, que especificaban la autoridad del Parlamento. [12]

A partir de entonces, la carga impositiva se convirtió en un asunto negociado. Siglos más tarde durante el Gran Contrato de 1610, James I acordó contener sus extravagancias a cambio de un ingreso apropiado garantizado por el Parlamento [13] Bajo Charles II, el Parlamento retuvo impuestos que el rey supuestamente usaba para promover "Papismo" y el absolutismo. [14] Todos estos acuerdos fortalecieron el concepto de que las altas autoridades podrían considerarse responsables.

En Francia el curso fue similar. "Reyes franceses. . . establecieron su poder para los impuestos internos y la propiedad a través de un proceso de negociaciones y conciliación que se extendió a lo largo de muchos siglos . . . . Durante el siglo XII, los sujetos en diferentes pueblos del reino estuvieron de acuerdo en pagar impuestos feudales periódicos . . . a cambio del juramento escrito del rey de mantener la moneda estable durante su vida entera." [15] De manera similar, Webber y Wildavsky describen la continua evolución de los impuestos a través de negociaciones entre los reyes y representantes de los contribuyentes. [16]

Jurisdicción y Poder

Los conflictos acerca de la jurisdicción y poder eran comunes en Europa, a lo largo de todo el período bajo revisión. [17] Sin embargo ocurrió un cambio cultural relativo, lejos del puro poder y hacia el comercio y la riqueza , como uno de los objetivos más significativos buscados por los gobernantes, así como un cambio sobre la insistencia de una victoria total al deseo de llevar a cabo una paz comprometida. Más importante entre los primeros conflictos fue el hecho adonde aquellos deberían de gobernar, con qué poderes y sobre cual territorio.

En un esfuerzo para ponerle fin a los reinados conjuntos y disminuir la violencia de pretendientes en competencia para llegar al trono, para finales del siglo IX, los reyes Sajones Occidentales decidieron sobre la sucesión por deseo o por acuerdo de familia. Mientras que la realeza iba únicamente a un solo candidato, la propiedad de la familia sería dividida para que todos los familiares estuvieran satisfechos. [18] En Francia para el siglo XII, los hermanos menores eran reconocidos a través del otorgamiento de appanages, con dominios principescos dentro de los cuales gobernarían mientras estaban bajo la autoridad titular del rey. [19] Todo esto fue una mejora sobre las batallas de sucesión del posterior Imperio Romano.

Aproximadamente en el 1200, una gran cantidad de terratenientes alodiales en Francia (aquellos que no estaban sujetos a los nobles feudales), querían mejorar sus estatus asumiendo títulos de nobleza y convirtiendo sus casas en pequeños castillos. La vecina nobleza se opuso a estos movimientos, temiendo un desafío a sus prerrogativas. En un "compromiso sin precedentes," [20] los títulos y los derechos de construir pequeños castillos, fueron otorgados a cambio de la subjetividad de la tierra a la jurisdicción feudal de la nobleza vecina.

Durante el perenne conflicto entre el poder del estado y la jurisdicción regional Philip II (r.1180-1223) validó a las organizaciones administrativas locales pero nombró a su propia gente de Paris para que las administrara. Fortaleció la iglesia mientras aplicaba los derechos reales sobre el clero. Estos compromisos probablemente reflejaron una valoración realista con respecto al balance del poder entre el rey, la iglesia, y las autoridades de provincias. Se mantuvieron en efecto durante muchas generaciones.

Tanto Henry III (r.1216-72) como Edward I (r.1272-1307) de Inglaterra reclamaron el derecho de nombrar a sus propios funcionarios y asesores, pero los barones, prelados, caballeros y burgueses insistieron que su consentimiento era esencial para las nuevas leyes e impuestos más allá de lo acostumbrado. Cada uno reconocía los derechos del otro dentro de un "compromiso de trabajo" y una "tregua intranquila." [21]

Aún cuando los burgueses eran clasificados como "ricos" y "pobres" dentro de los documentos del pueblo en la Alemania del siglo XIV, se buscaba frecuentemente en la práctica, la igualdad entre ellos con respecto a la conducción de los asuntos del pueblo y de justicia común. Dentro de los compromisos se acordó compartir el poder en Augsburg en 1340 y en Estrasburgo en 1334.

Los poderes del rey de Inglaterra los cuales todavía estaban desestabilizados al momento de la Restauración (1660) se definieron gradualmente a través de negociaciones durante la Convención de 1660 y con el "Parlamento Monárquico." [22] El Parlamento "había demostrado una capacidad de adaptación así como una capacidad de llevar a cabo el gobierno del país bajo circunstancias sumamente difíciles." [23] Referencias históricas adicionales para comprometerse sobre la jurisdicción y el poder se pueden encontrar bajo el Apéndice 5.2.

Religión

Frederic Maitland, historiador de ley, escribió en 1898 acerca de una era anterior:

En todos lados adonde vemos conflictos y luego compromisos y luego conflictos nuevamente y posteriormente después del final de siglo XIII, el estado usualmente se mejora después de cada combate. . . . Por lo tanto, los gobernantes de la iglesia, tenían mucho que tolerar tanto así que no podían aprobar en el nombre de la iglesia. Podían dar y quitar sin sacrificio de los primeros principios. . . . Papas, y papas que no eran debiluchos les habían enseñado por medio de los preceptos y ejemplos que cuando estaban tratando con poderes temporales, podíamos tratar de ganar tiempo. [24]

La mayor crisis religiosa de los tiempos medievales — la Reforma Gregoriana y la lucha por la investidura (1075-1122)— eventualmente en todos lados se resolvió, a través del compromiso. La controversia entre el Papa Gregory VII y el Sagrado Emperador Romano Henry IV condujo a una larga guerra civil en Alemania, no resuelta durante la vida de ninguno de ellos. En Inglaterra, la disputa fue principalmente entre Anselm de Canterbury, devoto del Papa Urbano II y los Reyes William II y Henry I. Ambos fueron resueltos por medio de compromisos heroicos. En Inglaterra, en 1107 el Sínodo de Westminster reconoció el derecho de Henry para reconquistar Normandía de su hermano Robert, mientras que Henry entregó su derecho de investir al clero. A su vez, Anselm acordó rendirle homenaje a Henry. En Alemania, un conflicto similar se resolvió a través del Concordato de Works en 1122, cuando el clero le rindió homenaje al emperador, Henry V por sus responsabilidades seculares sin embargo recibiendo autoridad espiritual del papa Calixtus II. Una imagen del conflicto retornó con la confrontación entre el Rey Henry II de Inglaterra y Thomas Becket, culminando con el asesinato de Becket en 1170.l

Sin embargo, las disputas oscilaban más ampliamente que aquellas resueltas en Westminster y en Woroms. Jugaban dentro de las guerras entre los Hohenstaufen y el papa, y esto involucraba a los franceses y a los ingleses también, desde la invasión de Italia de Frederick I (1158) hasta la batalla de Bouvines (1214) hasta Tagliacozzo (1268). [25] La guerra y otra violencia era endémica; sin embargo "se alcanzaron compromisos en última instancia con respecto a una amplia gama de asuntos que involucraban no solo las inter-relaciones entre la iglesia y el estado, sino que también las inter-relaciones de las comunidades con las órdenes seculares — el sistema feudal, las unidades señore-vasallo, las asociaciones de mercaderes, las ciudades y los pueblos colegiados, los ducados y reinados territoriales y el imperio secularizado." [26] Aún la controversia Henry-Becket finalizó en compromiso — sin embargo demasiado tarde para Becket — cuando el papa y el rey acordaron sobre dos jurisdicciones legales separadas y establecieron los límites entre ellas [27]

Con la posible excepción de la Revolución Francesa, las guerras de religión del siglo XVI marcaron el período con el derramamiento de sangre de civiles más grande y de odios internos en la historia francesa. Para finalizar estas guerras, Henry III (r.1574-89) de Francia le propuso al Protestante Henry de Navarre como un sucesor de compromiso siempre que se convirtiera al catolicismo. La paz que siguió bajo Henry IV (r.1589-1610) buscaba conseguir el mayor intento de compromiso entre los católicos y los protestantes, cuyo resentimiento hacia el otros se había nutrido durante muchas décadas. [28] Se formó un parti des politiques para "subordinar los conflictos religiosos a un interés nacional y hacia una raison d'être. [Sin embargo,] esto únicamente sucedió después del final del siglo [XVII]." [29] La revocación del Edicto de Nantes en 1685 de parte de Louis XIV, privando a los protestantes de sus libertades civiles, fue un retraso temporal en una tendencia irreversible hacia la libertad de religión.

En Europa, las guerras de religión aún no se han terminado. Talvez al imaginar las luchas en el norte de Irlanda — y aún en el Medio Oriente — que de alguna manera virtualmente abarcan a todo el continente europeo, los observadores pueden llegar a tener alguna idea del impacto de estas guerras y del poder ético sobre la economía europea. Seguramente en última instancia, las soluciones por compromiso fueron esenciales al progreso económico de Europa. También en última instancia, lo serán para la salud económica de Irlanda y del Medio Oriente. (En el Capítulo 20, se discutirán los compromisos de 1993-94 en el Medio Oriente). Referencias históricas adicionales sobre negociaciones y compromisos con respecto a asunto religiosos se encuentra en el Apéndice 5.3.

Disertación Intelectual

El arte de las negociaciones y compromisos aplica no solo a los asuntos económicos, políticos y religiosos, sino que también a las ideas y a las disertaciones intelectuales. La coordinación de la razón con la fe — anti-ético en muchas culturas, incluyendo en algunas sectas fundamentalistas occidentales — fue una de las metas principales de los filósofos escolásticos durante la Edad Media. La idea de que la razón podría ayudar a entender la fe y que el deseo libre no entraba en conflicto con la orden divina, había sido introducida por Boethius allá por el siglo VI de la EC. Fue continuado por medio del método Escolástico desde el siglo XII hasta el siglo XV. Thomas Aquinas (1224/5–74) fue uno de sus exponentes principales.

Este método dependía sobre el razonamiento dialéctico el cual podría ser interpretado de manera alterna como una fundación para el pensamiento científico y una base para el compromiso intelectual. En Policraticus (1159), John de Salisbury trató de "reunir teorías, textos y ejemplos de una manera integral proveniente de las fuentes más diversas y contradictorias — Plato, Aristóteles, Cicerón, Seneca, Virgilio, Ovidio, el Viejo Testamento, el Nuevo Testamento, los padres de la iglesia, los abogados romanos, . . . los abogados canónicos y otros — y tratar de sintetizarlos. . . . John encontró un método para alcanzar la síntesis a través del uso de conceptos que combinaba normas contradictorias, por medio de la abstracción de sus cualidades comunes .411" [30] La creencia de que todos estos documentos eran sagrados y absolutos, sin embargo necesitaban ser sintetizados y solucionar conflictos internos, seguramente promocionó un excelente entrenamiento con respecto al compromiso.

Un ejemplo de la síntesis de opuestos fue el conflicto entre la sucesión hereditaria y la elección de los reyes. John de Salisbury propuso un compromiso mediante el cual el hijo mayor sería el presunto heredero sin embargo, confirmado por elección. Al sugerir esto, anticipó otro compromiso que no había sido acordado sino hasta siglos más tarde en el occidente: la existencia de un "poder público " definido tanto del gobernante y de la sociedad privada.

El Escolasticismo que el mismo Hegel evitó durante el siglo XIX podría haber sido el ancestro de su filosofía de tesis-antitesis-síntesis. Esta coordinación de opuestos, seguramente es parte de ese período en la historia occidental llamado la Ilustración. Shapiro escribe acerca de "un conjunto común de suposiciones acerca de la naturaleza de la verdad, los métodos para alcanzarla y el grado de probabilidad o certeza que se podría atribuir a los hallazgos." [31] Ella muestra de qué manera este conjunto común atraviesa las ciencias naturales, la religión, historia, leyes y literatura en el occidente. Wilson asocia la Ilustración con el universalismo: el punto de vista que el propio sentimiento moral de uno debería de ser ampliado para abarcar a personas de otras razas, culturas y nacionalidades diferentes a la de uno, lo que él considera que es bastante peculiar en el occidente. [32] También destaca con alguna maravilla a la forma por medio de la cual las idea de los filósofos tales como los que hemos citados en este documento, fueron extendidos a la ciudadanía común, abarcando sus acciones diarias, en lugar de estar restringidos a las escrituras de un grupo élite de pensadores.

Confrontación e Intransigencia

La tendencia hacia las negociaciones, compromisos y cooperación entre grupos pluralistas no fue lineal y tampoco indómita. La historia europea está llena de ejemplos acerca de confrontaciones e intransigencias. Henry II y Thomas Becket ambos establecieron demandas sabiendo que el otro no las aceptaría. [33] En 1419, Henry V de Inglaterra insistió en la soberanía sobre Normandía y Aquitaine, bajo condición que ni el Duque de Borgoña ni la Reina de Francia aceptarían.

Las pláticas no rindieron ningún fruto. [34] Los eventos que llevaron hacia, y durante la guerra civil inglesa y la guerra en sí, revelaron muchas instancias de malos entendidos, desconfianza, polarización de ideologías e intransigencias. [35] "Casi sin excepción, los contemporáneos agregaron significados a largo plazo a las luchas y las describieron como confrontaciones entre la monarquía y el Parlamento." [36] Mientras que los asuntos de la guerra civil no pudieron superarse en aquel momento, sin embargo, fueron resueltos a través de compromisos dentro del siguiente siglo.

Aunque la Revolución Francesa contenía compromisos, en balance, la intransigencia era la regla. La legislatura cambió varias veces de manos y de composición y aquellos cuyas opiniones habían perdido popularidad, también perdieron la cabeza, especialmente durante el Terror, desde 1792 hasta 1794.

El liberalismo perdió en las revoluciones europeas de 1848, cuando muchos de sus opositores fueron colgados sin ninguna merced. Sin embargo, virtualmente todo por lo que habían luchado — nacionalismo, independencia de los artesanos de las asociaciones, libertad para lo trabajadores, el final de la servidumbre, más atención a la educación — fueron establecidos antes del final del siglo, principalmente a través de negociaciones, compromisos y legislaciones. Muchas de estas reformas fueron logradas por los mismos líderes que se habían opuesto a ellas durante 1848, o por sus herederos políticos. [37]

La confrontación y la violencia no han desaparecido de la cultura occidental. En lugar de ello, las negociaciones y el compromiso se han fortalecido un poco más a lo largo de los siglos, como una de las principales manera de resolver conflictos. Lo mismo es cierto entre los japoneses. Sin embargo, otras sociedades — del Medio Oriente, África y América Latina — no han seguido este patrón hasta el mismo punto. Esto se debe a su experiencia en la resolución de conflictos que data desde muchos siglos y no solo en su poder económico, que Europa occidental y los Estados Unidos son llamados como árbitros en otros conflictos tales como los del Medio Oriente.

Resumen del Proceso de Difusión del Poder:
Elementos Comunes de Japón y el noroeste de Europa

Ahora resumiremos el proceso de difusión del poder según operada en las historias de Japón y el noroeste de Europa desde la Edad Media hasta por lo menos el siglo XIX.

  1. Los sistemas económicos de ambas regiones en la Edad Media se basaron en el feudalismo de contratos,[38] por medio de los cuales los señores y los arrendatarios realizaban asignaciones específicas para el otro. Esto contrasta con el resto del mundo adonde el feudalismo era principalmente por conquista, y los arrendatarios estaban sujetos a los caprichos de los señores, no pudiendo refutarlos en sus demandas extravagantes. El feudalismo de contratos enfatizó el concepto de contratos, el cual en última instancia condujo al concepto de la contraparte con respecto a la propiedad privada y luego a los mercados libres.
  2. Los impuestos fueron recolectados por acuerdo con los contribuyentes de la clase media, otorgados a cambio de su derecho de monitorear los gastos gubernamentales. [39] Mientras que los campesinos medievales pagan altos precios y en su mayoría no podían elegir, no obstante de vez en cuando ellos también negociaban como parte de una rebelión campesina. El hecho del acuerdo, aunque solo por los miembros del Parlamento o estados en Europa o los concejos de pueblos en Japón, reforzaban la responsabilidad. En otras partes del mundo los impuestos eran recolectados principalmente como tribute y muchas veces por fuerza militar.
  3. Los primeros sistemas legales y monetarios en ambas áreas inicialmente tenían su origen en su mayor parte de acuerdos entre los grupos que los usaban, actuando como entes corporativos. Por ejemplo, se acordó sobre el derecho mercantil por medio de grupos de la burguesía y sus clientes, mientras que los instrumentos monetarios eran contratos libres entre los emisores y los tenedores. [40] En contraste, en otras áreas del mundo estos sistemas eran dictados principalmente por poderes soberanos.
  4. En el noroeste de Europa y en Japón, los grupos corporativos de más bajo rango apalancaban su poder aliándose con los grupos de alto rango. Por ejemplo, los campesinos aunque intrínsicamente débiles, formaban el equilibrio cuando existía algún conflicto entre la nobleza y la realeza, a cambio exigiendo mayor poder para sí mismos. A lo largo de los siglos las alianzas verticales con apalancamiento constituyeron el proceso de difusión del poder, el cual se convirtió en un motivo principal del porqué el poder es más difuso en el noroeste de Europa, sus descendientes culturales y Japón que en las áreas sub-desarrolladas de la actualidad.
  5. Por medio de negociaciones y compromisos verticales, los grupos de interés corporativos de Japón y del noroeste de Europa ofrecían beneficios económicos entre sí. En contraste, en el resto del mundo la "cooperación" económica era forzada principalmente por grupos élite sobre los políticamente débiles, los campesinos organizados y los artesanos.
  6. Debido a todos los factores antes mencionados, el arte de las negociaciones y del compromiso creció tanto en Japón como en el noroeste de Europa, relativamente en confrontación bruta, tácticas obstruccionistas y fuerza militar. Este arte facilitó la creación y modificación de instituciones de crecimiento económico, tales como el sistema legal, el sistema monetario, las reglas comerciales, corporaciones y la democracia parlamentaria.
  7. De igual manera, la guerra endémica dio puerta a largos períodos de paz en ambas sociedades. [41] La prosperidad, el crecimiento económico y los cambios institucionales se concentraron durante estos períodos. El concepto de impuestos por permiso del parlamento, ayudó a limitar la guerra endémica. El rey ya no podía entablar combates en guerra por sí solo y el parlamento no siempre encontraba que las guerras del rey eran ventajosas para él. Sin embargo, las guerras periódicas — aquellas con inicios y finales claros — continuaron.
  8. No solo se difundió más el poder a lo largo de los siglos, sino que su naturaleza cambió. Las bases del poder se apartaron de lo militar y de la religión y giraron hacia las instituciones económicas y políticas. Por ejemplo a lo largo del tiempo un rey y su ejército o un sacerdote y su clero, perdían el poder a las acciones sociales, relativo a los grupos corporativos tales como el trabajo, el senado y los lobbies políticos. El poder personal vino a depender de la posición de cada quien dentro de tales instituciones, más que en la fuerza bruta o por el temor a Dios.
  9. La libertad del mercado fue el resultado de dichas negociaciones que se realizaron a través de estas normas de comportamiento. En el resto del mundo, la libertad de mercado o ya no evolucionaba o era dirigida por autoridades y no duraba mucho tiempo.

Debido al pluralismo, las alianzas verticales y el apalancamiento, las clases bajas obtenían mayor acceso a los recursos en Japón y en el noroeste de Europa de lo que obtenían sus contrapartes en el resto del mundo. También sus líderes y ellos mismos se hacían responsables del uso eficiente de los recursos, a través de las instituciones de libre mercado. Este acceso y la libertad hicieron que surgieran claves constituidas a través de la cultura de negociación y compromiso, para el desarrollo económico en Japón y el noroeste de Europa. El desarrollo en Norte América, Australia y Nueva Zelanda descendió del noroeste de Europa y no está cubierto separadamente en este libro.

Una Advertencia

Ninguna de las propuestas que se encuentran en la sección anterior son absolutas. Todas están sujetas a excepciones y mezclas con sus opuestos. Mientras que el proceso de difusión del poder conduce a la negociación y cooperación hacia arriba y hacia abajo en la escala social, y a resoluciones de conflicto pacíficas, el opuesto — la confrontación, la violencia, los malos entendidos y la destrucción institucional — también puede encontrarse a lo largo de las historias de Europa y de Japón. La violencia en ciudades internas en los Estados Unidos es un ejemplo. Como tampoco el proceso de difusión del poder está totalmente ausente en las áreas sub-desarrolladas en la actualidad; el veredicto únicamente es relativo.

En los capítulos que se refieren a Europa y Japón, el proceso de difusión del poder se ha explicado con una serie de pequeños ejemplos. Probablemente se podría encontrar el mismo número para áreas menos desarrolladas. La diferencia se encuentra en el hecho de que cientos y talvez miles de instancias ocurren en las historias del noroeste de Europa y Japón algunas de las cuales se encuentran dentro de estos apéndices. El erudito que desea desafiar el proceso de difusión del poder puede consultar estos apéndices para examinar las ocurrencias relativas. Los lectores que desean entender el proceso pueden estar complacidos con leer el texto.

Relación con la Teoría de Instituciones de North

Simultáneamente con el volumen actual, Douglass North estaba escribiendo Institutions, Institutional Change, and Economic Performance (1990), [Instituciones, Cambio Institucional y Rendimiento Económico] que cubre un territorio similar. Mientras que los dos libros se complementan, existen diferencias significativas. Los números de página y otras referencias entre paréntesis en esta sección se refieren al libro de North.

Elementos Comunes de los Dos Libros

  1. "La historia importa" (vii). Esta teoría económica neo-clásica asume la existencia de instituciones de información, de contratos, de aplicación y otros, que permiten que el modelo económico funcione de manera eficiente. Es deficiente al no reconocer patrones alternos de relaciones comerciales de tipo económicas en áreas adonde estas instituciones no existen. Tampoco explica de qué manera las instituciones requeridas han sido históricamente formadas.
  2. Un propósito principal de las instituciones es reducir los costos de transacción.
  3. Con muy pocas excepciones, los mercados libres son más eficientes que las instituciones dirigidas a nivel central. Aquellas instituciones que tienden a equiparar los privados con costos sociales y los privados con beneficios sociales [42] también tienden a ser eficientes. La pregunta es: "¿Que es lo que crea a las instituciones eficientes?" (p.137)
  4. Ambos especificamos la importancia del contrato y de la propiedad en instituciones económicas.

Elementos de la Teoría de North que No se Encuentra en el Presente Libro

  1. North distingue entre las instituciones formales e informales y tiene que ver con teorías de aplicación y costos de transacción. Nada de este4 material está cubierto en este libro. En lugar de ello, estoy de acuerdo con North sobre esos puntos.
  2. Al explicar el surgimiento de instituciones, North se basa en la dependencia del camino, un concepto que él le acredita a David (1975) y a Arthur (1988). Debido a alguna circunstancia — geográfica, accidental u otra — dos sociedades escogen tempranamente de manera un poco diferente. Cada elección inicial implica una elección diferente de la siguiente institución y se continúa así hacia caminos más y más divergentes. Un camino podría ser más eficiente que el otro, sin embargo para cuando se reconoce dicha eficiente, el costo marginal de cambiar es mayor que el beneficio marginal.
  3. "Las instituciones cambian y los cambios fundamentales en los precios relativos son la fuente más importante de esos cambios" (p.84). North está en lo correcto en decir que dichos cambios traen nuevas tecnologías y estas a su vez implican diferentes formas para que la gente pueda manejarse entre si: por ejemplo, comunicaciones avanzadas. Mientras que acepto esto, sugiero que existen formas más importantes por medio de las cuales cambian las instituciones, de acuerdo con el proceso de difusión del poder

Elementos del Presente Libro que No se Encuentran en la Teoría de North

  1. Mientras que no niego el papel de la tecnología y de los precios, explico los cambios institucionales con más importancia en términos de cultura, tal como la buena voluntad de las personas de comprometerse en lugar de confrontar y buscar resoluciones pacíficas en lugar de escoger la guerra como primera instancia. North reconoce la cultura (p.37, p.42), pero no aborda la fuente de las diferencias culturales. El proceso de difusión del poder sugiere que ellos surgen en gran parte (aunque no exclusivamente) cuando una sociedad de repente entra en una circunstancia adonde el grupo dominante es obligado, por supervivencia propia, a negociar con grupos que considera que son inferiores. Prácticas repetidas y un mayor reconocimiento de sumas positivas hacen que dos (o más) grupos se comporten con limitaciones que luego se institucionalizan. Esta experiencia, más que los precios relativos, la tecnología u otras condiciones económicas, pueden explicar la diferencia entre las instituciones del noroeste de Europa y de Japón por un lado y las instituciones del resto del mundo por el otro lado.
  2. En este libro, el poder es tratado como un bien económico con costos y beneficios. Podría ser un bien capital (para producir otros bienes para la persona que tiene el poder) o un bien de consume (para ser disfrutado porque sí). North también menciona el poder (p.21), pero se adhiere a la idea de la utilidad / productividad económica y costos, mientras que acepto las variables culturales en que tienen sus propias utilidades / productividades y funciones de costos también. Por ejemplo, el costo del poder incluye la angustia mental de perderlo.

North ilustra la dependencia del camino al contrastar a Inglaterra con España durante el siglo XVI. Inglaterra se había convertido en un estado relativamente centralizado mientras que España no estaba unificada. Inglaterra había desarrollado un Parlamento que reducía la búsqueda de rentas, mientras que España poseía una burocracia extravagante y otros ejemplos similares (pp.112-16). Por estos motivos, cada gobierno reaccionó de manera diferente ante la crisis fiscal común que resultó de la guerra generalizada. "En [Inglaterra], esto condujo a la evolución de una política y una economía que solucionó la crisis financiera y salió a dominar el mundo occidental. En [España], a pesar de circunstancias más favorables en el inicio, condujo a crisis fiscales no resueltas, bancarrotas, confiscación de bienes y derechos inseguros de propiedad así como a tres siglos de un estancamiento relativo." [43] Hasta aquí vamos bien y estoy de acuerdo con el análisis de dependencia del camino de North Sin embargo, seguramente que Philip II (r.1556-1598) de España con su casi absoluto poder, podría haber solucionado la crisis fiscal a través de sus instituciones actuales, si hubiera querido. En lugar de ello, Philip valoró su poder sobre sus súbditos [44] en España, Portugal, y en los Países Bajos más de lo que valoró la responsabilidad fiscal. También quería humillar a Francia y al Imperio Otomano. Entonces, hizo una elección económica entre dos bienes — el poder y la responsabilidad fiscal — cuando no podía costear ambas. Para mi, esta elección, y el poder de Philip para hacerlo fueron los factores principales de la crisis fiscal de España y todo lo que siguió a partir de allí (ver capítulo 15). Con el poder un poco más difundido en Inglaterra, su rival Elizabeth I (r.1556–1603) no tuvo que desperdiciar recursos defendiendo los de ella.

  1. De ser exitoso, el proceso de difusión del poder conduce a lo largo de los siglos, a un balance de poder suficiente entre los grupos de interés, pero precisamente qué constituye el "suficiente" es imposible de cuantificar o de especificar. La mano de obra no debe de ser "demasiado" débil versus la administración, los exportadores no deben de ser "demasiado" débiles versus los productores nacionales, etc. La difusión del poder ha conducido a una constelación de fuerzas más equilibradas en el noroeste de Europa y sus descendientes culturales y en el Japón actual más que en el resto del mundo. Este equilibrio mantiene una estructura institucional relativamente eficiente. North llega más cerca a este punto (p.123) cuando cita Colson (1974:59): "Las comunidades adonde viven todas estas personas fueron gobernadas por un equilibrio delicado del poder, siempre en peligro y nunca para tomarse por sentado." Sin embargo no muestra cómo se obtiene o se mantiene este equilibrio.
  2. North escribe: "El cumplimiento de parte de terceros significa el desarrollo del estado como una fuerza coercitiva capaz de monitorear los derechos de propiedad y aplicar los contratos de manera efectiva, pero nadie en esta etapa de nuestro conocimiento sabe como crear una entidad así." (p.59, cursiva es mía). Mientras que nadie sabe como comandar para que un estado así exista, el proceso de difusión del poder si explica — en parte — cómo fue que el noroeste de Europa y Japón alcanzaron tal estado. Cada decisión que conduce hacia eso fue tomada por sus propios motivos específicos y el estado de aplicación del contrato fue el resultado de serendipia.

Conclusión

El volumen de North es útil para el presente libro debido a que lleva la teoría sobre las instituciones económicas hacia áreas importantes que yo no toque. Quería concentrarme en las alianzas verticales, el pluralismo, apalancamiento responsabilidad y difusión del poder.

La diferencia principal entre la teoría de North y la mía propia es que North no ha roto la "barrera de la economía" y por lo tanto basa sus análisis sobre bienes y servicios económicos y sobre sus precios y tecnologías. En el presente libro, en contraste, los artefactos culturales — incluyendo el poder — se han considerado como bienes económicos. Ellos también pueden ser analizados dentro de la matriz de economía. Media vez se han incluido, entonces la formación de las instituciones sigue lógicamente, a través de transacciones repetidas basadas en las percepciones individuales de beneficios y costos. Los beneficios pueden ser egoístas o altruistas. Los costos pueden ser egocéntricos, o pueden incluir valores sociales, tales como protección al medio ambiente. Sin embargo los beneficios y costos deben de ser percibidos separadamente por cada individuo, mientras que las transacciones son negociadas a niveles institucionales. Todo esto es complementario a la teoría sobre la dependencia del camino de North y no la disputa de ninguna manera.

¿Por qué el noroeste de Europa? ¿Por qué Japón?

¿Por qué sucedió el proceso de difusión del poder únicamente en el noroeste de Europa y en Japón? A lo largo de este libro, especularé sobre cualquier propuesta para la cual no existe ninguna razón aparente que sea comprobable. Consideremos dos posibilidades — la escasez de tierras y la relativa falta de comercio — que pudiera haber iniciado el feudalismo de contrato, el primer paso dentro del proceso de difusión del poder en estas dos áreas.

Escasez de Tierra

En la teoría de la corriente económica, el desarrollo es promovido por la disponibilidad y movilidad de factores de producción. Este libro toma un punto de vista contrastante, que la relativa falta de tierra y la relativa inmovilidad de mano de obra durante los siglos X a XIII podrían haber ayudado a iniciar el proceso de difusión del poder y por lo tanto el desarrollo duradero en Japón y en el noroeste de Europa.

Durante los siglos X al XIII en el noroeste de Europa y durante el siglo XVI en Japón unos campesinos específicos se aliaron con unos señores específicos [45] por el deseo de tierras alternas. Ningún grupo pudo haber sobrevivido sin el otro. Al negociar a lo largo de la escala social, y al requerir responsabilidad de cada grupo ante el otro, esta vinculación podría haber puesto en movimiento el proceso de difusión del poder.

En Japón, la tierra estaba limitada por las islas. En el noroeste de Europa estaba escasa debido a que al norte se encontraba territorio helado, al oeste se encontraba el mar, al sur las montañas y áreas colonizadas del Mediterráneo y al este se encontraban los alemanes. Ninguno de estos significaba una barrera impenetrable pero cada uno inhibía la emigración. En contraste, en el este de Europa, China, el Sur de Asia el Medio Oriente, África y las Américas, la tierra se extendía en abundancia, adonde eran posibles los vastos movimientos de personas. Los señores que no estaban de acuerdo con los campesinos, se deshacían de ellos o los obligaban a irse, reemplazándolos con siervos o esclavos de la guerra. Los campesinos que estaban tan oprimidos se escapaban o morían. Por lo tanto, en el noroeste de Europa y en Japón es que los señores específicos y los campesinos específicos se quedaban juntos durante suficiente tiempo como para formar grupos y negociar. Me referiré a este fenómeno como los "campesinos y los señores no pudiendo escaparse de sí mismos." Su resultado fue mano de obra por contrato en lugar de esclavitud. La palabra "escapar" será utilizada frecuentemente en este sentido durante el resto del libro.

La cultura de contratos facilitó el mercado libre para mano de obra, en vez de la servidumbre o la esclavitud. Epstein muestra como fue que resultó esto entre las asociaciones urbanas en Europa. [46] Fuera del noroeste de Europa y de Japón, la esclavitud que estaba asociada con la abundancia de tierras, continuó durante mucho tiempo. ¿Quien estuviera depuesto a trabajar para otro si de manera alterna su propia tierra podría ser libre? Al no poder contratar a trabajadores los futuros empleadores los esclavizaban a la fuerza. La elección probablemente dependía sobre que era lo más barato, contratación libre o la esclavitud. En la escasez de tierra en el noroeste de Europa y en Japón, la contratación libre era seleccionada por los arrendatarios en última instancia — quienes poseían tierra debido a su asentamiento allí así como por tener algún poder y mentes propias — entonces era más barato contratar, o su producto era más barato para comprarlo de lo que era si se incautaba y controlaba.

Mientras que la escasez de tierra y la vinculación personal de los campesinos con los señores me parecerían rezones válidas para iniciar el proceso de difusión del poder, en el noroeste de Europa y en Japón, ellos podrían no ser la explicación completa. En Roma antigua y en Grecia ocurrieron condiciones similares adonde el mismo proceso no resultó. Durante el siglo V AEC, Helots (siervos) de Esparta y sus contrapartes en otras ciudades-estados griegas y romanas también se habían vinculado individualmente con los patrones y la tierra estaba escasa. [47] Los patrones de Esparta y los Helots tampoco podían escapar de sí mismos. Sin embargo, no surgieron grupos pluralistas y negociaciones verticales. La principal diferencia que yo veo es que estos patrones antiguos habían conquistador a sus siervos en lugar de llevar a cabo acuerdos con ellos y eran mucho más crueles — los torturaban rutinariamente — de los que eran torturados los europeos medievales. Mientras que ocurrían violentas rebeliones en Esparta, ellos eran brutalmente oprimidos y los campesinos y los patrones jamás estuvieron tan cerca como para negociar entre sí. Talvez los señores romanos durante el siglo V de la EC se volvieron más humanos hacia los siervos porque se necesitaban para defenderse en contra del gobierno que fracasaba que había sido tiránico en contra de ambos grupos. Me quedo pensando que mientras la escasez de tierra es una hipótesis lógica que explica parcialmente el inicio del proceso de difusión del poder en el noroeste de Europa y en Japón el que4 se concrete depende también de otros motivos para el establecimiento de la confianza vertical. Esto se verá más claramente en los capítulos subsiguientes en áreas adonde el proceso de difusión del poder fue abortado.

La abundancia de tierras en un principio en Norte América y en Australia y Nueva Zelanda no niega esta hipótesis, que se relaciona únicamente con el inicio del proceso de difusión del poder en el noroeste de Europa y en Japón. Para cuando los europeos colonizaron el Hemisferio Occidental y el Pacífico Sur el proceso de difusión del poder ya estaba bien avanzado para ellos.

Falta de Comercio: La Tesis Goodell

Mientras que el comercio a larga distancia era frecuente en todas partes del mundo, la geografía del noroeste de Europa y Japón era menos propicia en tiempos medievales que aquella en los estados mediterráneos, el Medio Oriente o India. En estas últimas áreas, los señores se escaparon de aliarse con campesinos específicos. Ellos aún necesitaban a los campesinos, sin embargo si mataban o echaban a algunos de ellos, el oro ganado directamente del comercio o de la carga tributaria, su paso les permitía sobrevivir hasta que pudieran encontrar a otros. En contraste, en el noroeste de Europa y en Japón, la escasa oportunidad de comercio, obligó a los señores específicos y a los campesinos específicos a depender más de cerca los unos con los otros. Este segundo motivo de vinculación campesino-señor en este libro se conoce como la "tesis Goodell." [48] Goodell escribió acerca de los señores persas que estaban sobre la ruta de seda pero su tesis aplicaría en cualquier otra parte también.

Otros Razones para el Desarrollo Económico Europeo

Las especulaciones sobre la escasez de la tierra y la tesis Goodell como posibles causas del proceso de difusión del poder en el noroeste de Europa y en Japón de ninguna manera descarta las muchas otras teorías sobre el desarrollo económico que se ha planteado para Europa, tal como a través de vestigios institucionales del Imperio Romano a través de la preservación de conocimientos por monasterios y a través del crecimiento de la población. El propósito de este libro es para agregar al pensamiento existente y no necesariamente para reemplazarlo.

Del Feudalismo de Contrato al Mercado Libre

Aquellos que minimizan la importancia del feudalismo de contrato discuten que la brecha del poder entre los campesinos y los señores era tan grande y que los campesinos estaban tan oprimidos que los acuerdos mutuos los beneficiaron muy poco. Asi como eran de desiguales estos contratos, no obstante iniciaron un proceso acumulativo por medio del cual los contratos llegaron a ser menos desiguales a lo largo de los siglos.

Sin embargo el libre mercado de bienes y servicios no llegó rápidamente. De hecho, está lejos de ser completado en la actualidad. En la medida en que se instituían los programas de salud en Europa occidental y en Norte América durante el siglo XX, el primer pensamiento de casi todos los políticos y sus constituyentes era que los gobiernos deberían de manejarlos. Ellos solamente se van a desengañar de esta idea si los programas fracasan a través de la falta de responsabilidad, administración inadecuada y el poder de cobrar impuestos — desarrollos que podrían requerir décadas para que se revelen. La producción y los controles de precios se han mantenido para muchos de los bienes y servicios, aún en el noroeste de Europa, sus descendientes culturales y en Japón — controles sobre rentas y salarios mínimos, por ejemplo. Únicamente a lo largo de los siglos es que se expandió la idea de un libre mercado y únicamente a lo largo de futuros siglos es que evolucionará aún más. El mercado libre siempre no fue la primera elección de las personas; cada grupo prefería un monopolio para sus propios productos o deseaba tomar decisiones importantes por sí solo. Únicamente cuando los monopolios no estaban disponibles para todos y únicamente cuando los poderes de los grupos negociadores comenzaron a sentirse, y únicamente después de siglos de negociaciones, mezclados con guerra es que surgieron los mercados libres. Producto por producto, su causa inmediata fue la eficiencia económica, lo que más tarde fue explicado en general por Adam Smith. [49]

Notas

  1. Braudel 1979:362.
  2. Powelson 1988:70-73.
  3. Berman 1983:293.
  4. Epstein 1991:62.
  5. Gilles 1986:113.
  6. Epstein 1991:100.
  7. Hibbert 1987:21.
  8. Bolin 1966:646.
  9. Koebner 1966:46.
  10. Wilson 1967:537.
  11. Otras referencias para los compromisos económicos incluyen aquellos entre Edward III y los mercaderes (Cannon y Griffiths 1988:225); hubo en Inglaterra durante el siglo XVII nuevos acuerdos de arrendamientos entre los terratenientes innovadores y los arrendatarios (Brenner 1985:49); y cooperación entre los pueblos holandeses durante el siglo XVII. (Braudel 1979:180).
  12. Hogue 1966:62.
  13. Cannon and Griffiths 1988:360.
  14. Miller 1987:245.
  15. Webber and Wildavsky 1986:180.
  16. Sin embargo, los Estados muchas veces negociaban equivocadamente en Francia, comparado con Inglaterra. A veces entregaban el poder para aprobar impuestos, aprobándolos para la perpetuidad. Los parlamentos ingleses eran más cautelosos. Además, los Estados franceses no se reunieron desde 1614 hasta 1789.
  17. Berman 1983:75, citando a Stephen White 1978:301-2.
  18. Cannon and Griffiths 1988:38.
  19. Gilles 1986:123.
  20. Barthelemy 1988:416.
  21. Hogue 1966:57.
  22. Miller 1987:184.
  23. Cannon and Griffiths 1988:402.
  24. Maitland 1898:56-57, cited in Berman 1983:261.
  25. Esta historia es demasiado conocida para requerir repetición acá. Para un análisis más reciente y perspicaz, ver a Barber 1992, especialmente el capítulo 4.
  26. Berman 1983:107.
  27. Berman 1983:268.
  28. Sicard 1986:181.
  29. Holborn 1959:251.
  30. Berman 1983:279-80.
  31. Shapiro 1983:3.
  32. Wilson 1993:191-221.
  33. Berman 1983:257.
  34. Seward 1987:130.
  35. Miller 1987:67.
  36. Cannon and Griffiths 1988:389.
  37. Robertson 1952:412.
  38. En lo mejor de mis conocimientos, el término feudalismo de contrato fue usado por primera vez por Bloch (1961). Ha sido ampliamente aceptado en la literatura sobre el feudalismo.
  39. Esta declaración aplica más a Inglaterra y Alemania que a Francia, más a Francia que a Japón. Sin embargo, algunos elementos de esto son ciertos para todo el noroeste de Europa y Japón. Ver los capítulos apropiados.
  40. Los sistemas monetarios aquí incluyen pagarés, moneda bancaria y otros instrumentos emitidos por personas privadas. La moneda del reino usualmente era acuñada por el soberano porque de otra manera terceras personas privadas podían enviar sus metales para que fueran acuñados, por medio del pago de derechos de monedaje.
  41. Esta afirmación aplica a partir del siglo XVII para Inglaterra en su propia tierra; del siglo XVII para Japón y a partir de 1815 para Europa continental. No cuento la Guerra Crimen, la Guerra Franco-Prusa y las guerras de los Balcanes como endémicas.
  42. Los costos privados son aquellos pagados por un productor; los costos sociales son todos los costos de una sociedad, incluyendo costos privados más daños sufridos por otros además de los productores, tales como la contaminación de ríos o las lluvias ácidas. Se ha hecho una distinción análoga para los beneficios privados y sociales.
  43. North 1990:113.
  44. Philip se casó con la predecesora de Elizabeth, la Reina Mary, y no se casó por amor ni por hacer que sus instituciones económicas fueran más eficientes. Lo hizo para ampliar su poder.
  45. Yo uso los términos señor y campesino de manera genérica. De hecho, cada grupo tenía muchas subdivisiones.
  46. Epstein 1991.
  47. Grant 1992:85-91.
  48. Después de Goodell 1980, quien yo creo que originó la idea.
  49. No propongo que existe un libre mercado total en ninguna parte en la actualidad — todo es relativo. De hecho, "ahora" no es más que un punto de la evolución histórica.

Copyright © 1994 by the University of Michigan. First published in the USA by the University of Michigan Press, 1994.

Published on the World Wide Web by The Quaker Economist with permission from the University of Michigan Press, 2005.

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