¿Cómo puedo hacerme cuáquero?

La manera más fácil de convertirse en cuáquero es empezar a asistir a las reuniones de adoración y seguir asistiendo. 

¡De verdad es así de simple!

Unirse regularmente a los Amigos en el culto silente fortalecerá sus lazos con la comunidad cuáquera, y le ofrecerá un espacio donde podrá desarrollar su relación con el Espíritu. 

Cuanto más tiempo pase en una reunión cuáquera como asistente, conociendo a los Amigos, quizá descubra que algunos de los mensajes que surgen en el culto se relacionan con su condición, ya sea a un nivel filosófico general o a uno profundamente personal. Pero nadie le va a cuestionar para asegurarse de que cree lo correcto sobre Dios; nadie espera que tenga una experiencia mística de inmediato. (Si la tiene, ¡genial! Pero también está bien si no la tiene).

“Creo que la membresía es un pacto. Es una relación recíproca. Es una en la que se nos pide que aportemos nuestros dones y se le pide a la junta que nos reconozca y nos ame por ellos, y que encuentre maneras de utilizarlos, y a veces que nos ayude a descubrir cuáles son nuestros dones.”

Lo más probable es que los miembros de esa reunión conversen con usted semana tras semana, con ganas de conocer más sobre el camino que lo ha traído a sus casas de reuniones, dispuestos a responder sus preguntas sobre el consuelo espiritual que encuentran en el cuaquerismo, e incluso dispuestos a compartir literatura útil de la biblioteca del lugar. (¡Hay muchos libros informativos tipo “Quaker 101/Introducción al cuaquerismo” disponibles!). A menos que sea deliberadamente irrespetuoso o disruptivo, puede esperar una actitud acogedora en cualquier junta de los Amigos.

Con el tiempo, probablemente empezará a participar en algunas de las actividades de la junta más allá del culto. No importa si se ofrece como voluntario para ayudar en el jardín, si se une a los Amigos en una protesta pacífica en la sede del gobierno estatal, o si se reúne para el club de lectura; sea cual sea la actividad, lo importante es que se involucre en la comunidad. Y puede llegar el día en que decida que, por más a gusto que se sienta abrazando la espiritualidad cuáquera, quiera algo más: quiera convertirse en un miembro más pleno de una comunidad cuáquera en particular. Puede que la junta le resulte muy beneficiosa, pero crea que también tenga mucho que aportar.

Entonces, ¿a quién se lo cuenta? La junta no tiene un sacerdote, pero según el tipo de cuáqueros que haya conocido, podría haber un pastor y aunque no haya un pastor formal, para cuando esté listo/a para unirse a la junta ya sabrá quién es el secretario (clerk) y puede acudir a esa persona. O, en realidad, puede conversar con cualquier miembro con quien sienta cercanía, y esa persona le ayudará a avanzar al siguiente paso.

Es entonces cuando hablará con un comité de claridad/transparencia, que básicamente es un pequeño grupo de Amigos de la junta. A veces serán miembros de un comité con un nombre como “Ministerio y Culto” o “Ministerio y Consejo,” pero no es un requisito estricto. En fin, se reunirá con el comité y hará todo lo posible para asegurarse de que su deseo de convertirse en miembro es serio. Cada situación es distinta, por supuesto, así que no sabemos exactamente qué preguntas podrían hacerle. Pero es poco probable que sea un interrogatorio, más bien será una confirmación amable de que sabe en qué se está involucrando y que está siguiendo un verdadero llamado espiritual.

Una vez hecho esto, solo queda hacerlo oficial en la próxima reunión mensual de trabajo. Quizás tengas que escribir una breve carta expresando su deseo de hacerle miembro; lo hagas o no, el secretario incluirá su solicitud en la agenda de la junta, el comité informará que recomiendan que se le dé la bienvenida formalmente, ¡y listo!

(Read in English: How can I become a Quaker?)

Más información en Friends Journal

¿Eres un Amigo?” Peter Moretzsohn 

Ojalá fuera cuáquero,” Kimberly Fuller

Reclamando nuestro derecho divino de nacimiento,” Patricia Barber

Nuevos buscadores y la comunidad acogedora,” Suzanne Silverlight y Maurine Pyle 

“Siempre hubo una parte de mí que anhelaba algo fuera de mí mismo, algo más grande, algo que trascendiera. Lo que leí de los Amigos, especialmente de los Primeros Amigos, fue que no tenía que ir más allá de mí mismo, que podía encontrar lo que buscaba en mi interior.”