Previo
Una Historia de Riqueza y Pobreza, por John P. Powelson.

Capítulo 2

Japón: El Proceso de Difusión del Poder

 

Los japoneses han ahorrado mucho y han organizado a sus empresas bajo unas líneas modernas. A pesar de las familias de negocios (keiretsus) y de la planificación gubernamental, ellos son principalmente liberales: empresa privada y libre comercio. Los escándalos de corrupción que ocurrieron durante la década de los 90 son de conocimiento público e hicieron que el gobierno se derrumbara. Sin embargo, la pregunta real es, ¿por qué hicieron todo eso, mientras que los africanos, otros asiáticos y latino americanos no lo hicieron?

Para averiguar esto buscamos en la historia. Descubrimos que durante el siglo diecinueve los japoneses no eran tan pobres como lo que los historiadores occidentales suponían que eran. Para descubrir el porqué no eran tan pobres, y la forma como progresaron, tuvimos que ir a la era cuando las organizaciones económicas japonesas parecían diferentes del resto del mundo. De esta manera llegamos al siglo diecinueve.

 

El Pluralismo en la Agricultura Temprana

En ese tiempo, casi toda la tierra cultivada en Japón estaba organizada en sho-en, lo cual veía las grandes propiedades feudales. Sin embargo, en lugar de ser regida por patrones feudales como en Europa, los japoneses tenían a dos personas en posiciones de mando: honke, o el "patrón noble" y el ryoke, o el "propietario." Dos siglos después, también habían otros dos pretendientes: jishu, a quienes los eruditos occidentales le habían dado por llamarles "dueños" a los ryoshu, o "patrones no-nobles;" azukari dokoro, o "gerentes de mandos medios;" y zuryo, o el "gobernador recolector de impuestos." [1] También habían arrendatarios, trabajadores libres, trabajadores medio-libres y esclavos.

El sistema japonés de tierras tenía un punto en común con el feudo europeo: casi todas las personas que trabajaban la tierra, además de los trabajadores y esclavos, tenían derechos legales los cuales estaban claramente definidos. En Japón, el derecho legal a la tierra se llamaba un shiki. Había un dueño-shiki, un propietario-shiki, un gerente-shiki en diferentes niveles, un arrendatario-shiki, y así. También en Europa los derechos eran contratos aplicables entre los patrones y los arrendatarios. En otras partes de Asia, igual que en la mayor parte del mundo los arrendatarios que estaban en tierras conquistadas usualmente podían ser desposeídos por antojo del amo.

Diferente a los derechos en la heredad europea, los shiki podían ser comprados y vendidos. En principio, no podían ser confiscados. Por lo tanto, los derechos y obligaciones de todas las personas se definían con respeto sobre los de todas las demás personas: para poseer tierras, para producir cosechas, para venderlas, para pagar impuestos, y para servir dentro de la milicia. Estas relaciones podrían haber sido violadas, pero en ese caso, también se violaba la cultura.

Únicamente podemos especular en como resultaron las definiciones de los derechos a la tierra para todas las clases, con la excepción de los esclavos en Japón y en el nor-oeste de Europa pero en ninguna otra parte, los cuales no podían ser quitados por los soberanos Adoptemos el axioma de que nadie regala los derechos a menos que uno tenga que hacerlo. En la actualidad, se podría suponer que los trabajadores adquieren derechos, ya sea por ley o por oportunidad alternativa; ellos deben de ofertar lejos de otros empleadores potenciales. Si se trasladaran estas suposiciones al Japón del siglo diecinueve, podríamos suponer que a menos que los campesinos recibieran un trato favorable en el sho-en, ellos en ese caso, limpiarían y trabajarían su propia tierra. Sin embargo, los campesinos solitarios se arriesgaban a ser capturados y esclavizados en la propiedad de otra persona. Mientras que esto pudo haber sucedido, no fue la forma principal de buscar la mano de obra.

Como no se tenía evidencia de lo contrario, supongo que los arrendatarios poseían suficiente influencia — talvez como productores organizados de alimentos, bandas de militares o rebeldes  — por lo que los dueños o propietarios no podían obligarlos a trabajar como esclavos, sino que tenían que llegar a algún tipo de acuerdo con ellos. Otra posibilidad podría ser que cuando los caciques se peleaban entre sí, los campesinos formaban bandos con uno u otro lado, demandando los derechos a cambio de su apoyo. No podemos tener certeza de cómo obtuvieron su shiki, sin embargo sí sabemos que emplearon su apalancamiento en siglos posteriores.

 

La Difusión del Poder

El Emperador, al acordar convertir sus poderes políticos personales — que estaban en decadencia — en poderes públicos, y para poder mantener su autoridad titular, reconoció un nuevo balance de poder. [2]

Esta cita se podría haber referido a la democracia Taisho durante 1910. Sin embargo, Jacobs escribió acerca de la reforma Taika de 645. Desde el inicio de la historia de Japón, se ha repartido la autoridad entre muchos solicitantes.

EL "Poder alternativo " ha sido una característica de todas las administraciones japonesas. No solo se comprometieron los tenedores del poder entre sí, sino que cuando una clase inferior no podía obtener satisfacción de una fuente, podía ir a otra. Los primeros emperadores compartían el poder con, o fueron dominados por familias, tales como la Soga y posteriormente los Fujiwara. En 1185, la poderosa familia Minamoto encabezada por Yoritomo, derrotó la soberanía de la familia Taira durante la guerra del Gempei. En 1192, Yoritomo se nombró como el primer shogun ("general de represión-bárbara") a la vez que respetaba la dignidad del emperador. Los "shoguns" posteriores fueron asistidos por una familia de plebeyos, De allí en adelante y hasta 1868, el emperador y los shoguns existieron lado a lado, como el poder principal. Sin embargo los patrones de la tierra frecuentemente desafiaban al shogun, y viceversa. Esto fue especialmente cierto durante la era de Tokugawa (1603-1868).

Un pluralismo similar afectó las relaciones sociales. En el siglo trece, aparecieron nuevos oficiales en el sho-en. Ellos reñían entre sí y con los militares. Debido a que no surgió ningún grupo como poder dominante, estaban obligados a comprometerse con ambas autoridades con respecto a la tierra y la división de su producción.

Durante los siglos catorce y quince, los guerreros más poderosos se convirtieron en amos y se conocían como daimyo, capturando feudos y demandaban lealtad de parte de los campesinos. A cambio de esto, los campesinos buscaban asegurar tenencia y derechos sobre los productos agrícolas. A raíz de esto, fue que un contrato de feudalismo similar al europeo, reemplazó el sistema sho-en.

Los agricultores comunes se dividieron en guerreros (conocidos como bushi y posteriormente samurai) y cultivadores. Los bushi se agrupaban en castillos, mientras que los cultivadores vivían más cerca de sus campos, casi como estaba sucediendo en Europa.  Estos campesinos formaban pueblos, eligiendo a sus propios funcionarios, administraban sus propios asuntos y negociaban colectivamente con el daimyo. En general, no tenían mayores obligaciones que el pago de los impuestos.

Esta fue la forma como se difundió el poder. Las leyes del gobierno central en general eran ignoradas. Durante la Guerra de Onin (1467-77) se desintegró el "shogunato" y Japón se dividió en cientos de pequeños estados. Aún cuando fueron reunidos militarmente allá en el siglo dieciséis bajo Nobunaga, Hideyoshi y posteriormente por Tokugawa, ninguno de estos gobernantes obtuvo el control absoluto. Cada uno era un eje presidiendo sobre un balance de supervivientes daimyo, cuya legitimidad a su vez, dependía del reconocimiento de las asambleas de los pueblos.

 

Apalancamiento

El apalancamiento fue la principal fuerza dentro de la difusión del poder. Allá por los siglos nueve y diez, los campesinos tomaron ventaja de la rivalidad que existía entre los gobernadores y las familias de poder, para aliarse con uno o con otro a cambio de mejoras en las condiciones de trabajo. [3]

Durante el siglo doce, capitalizaron sobre la rivalidad que existía entre los nobles.

Las posiciones clave en la corte eran objeto de una competencia fiera entre los nobles elegibles, quienes buscaban aliados dentro de la casa imperial y la aristocracia provincial que se encuentra a continuación. Los grupos de guerreros se aliaban con facciones de nobles los cuales, si eran exitosos, podían recompensar a los miembros con títulos oficiales e inmunidades. [4]

Los campesinos, quienes querían obtener contratos en lugar de trabajos erráticos, también podían "aliarse con altas autoridades en un esfuerzo por resistir un jito [administrador de fincas], o podían tratar de negociar directamente con el jito con respecto a las tarifas y a las horas." [5]

Durante el siglo catorce, tanto los administradores de fincas como los campesinos mejoraron sus posiciones al cambiar sus alianzas verticales durante una guerra civil entre el emperador y el shogun. La autonomía del pueblo en parte resultó de las alianzas entre los grupos de campesinos y los administradores de las fincas, para ganar concesiones de los propietarios. [6] Desde el siglo catorce al dieciséis, las organizaciones conocidas como ikki, que estaban compuestas de guerreros y agricultores, se convirtieron en organizaciones prominentes.[7] Mientras que algunos escritores han traducido ikki como "rebelión," Davis establece que literalmente significa "de una sola meta" o "en acuerdo," y que aplica más a una organización que a una acción. Bix reporta su significado como "identidad, idéntico o igual, como por ejemplo en 'Esto y lo Otro son idénticos' . . . La banda solitaria — con poder corporativo de negociación — se formó expresamente para tomar una decisión que fuera justa y no influida por intereses especiales, porque estaba basada sobre la voluntad de los cielos." [8]

Ikki apalancó su poder a través de alianzas verticales con la nobleza de las cortes o con los gobernadores militares. Por ejemplo, en el siglo catorce durante una rebelión causada por la cancelación de una deuda los ikki — campesinos también — no aceptaron la oferta del shogun de perdonar las deudas de los campesinos a menos que también perdonara aquellas deudas de la nobleza de las cortes y de la mayoría de los hogares de los militares con quienes presumiblemente estaban aliados. [9] A partir del siglo quince en adelante, el apoyo militar de los ikki era muy buscado por los daimyo. Como resultado de eso, "en la escena política, el poder cayó gradualmente a las manos de una clase inferior de personas las cuales nunca habían sido reconocidas en dichos círculos." [10]

Cuando los daimyo estaban en el proceso de consolidar o perder su poder, durante el período cuando el país estaba en guerra, a finales del siglo dieciséis, la pequeña burguesía (kokujin), quienes anteriormente habían dominado los pueblos, estaban estorbando su camino. Para superarlos, los daimyo unieron fuerzas con los pueblerinos otorgándoles una virtual autonomía a cambio de su apoyo. [11]

Los campesinos se convirtieron en " 'negociadores' quienes jugaban a los feudos y bakufu [shogunato] en contra de sí mismos, para ventaja propia." [12] El shogun estaba especialmente interesado en mantener la paz en el feudo, porque aunque la violencia no lo afectaba directamente, le amenazaba no obstante, su estabilidad. Muchas veces ordenaba la solución más fácil ante un problema de dominio, que a veces favorecía al campesino. Especialmente, cuando ya había explotado la violencia o era inminente, la corte shogunal dictaba las decisiones. [13] En al menos un caso, un shogun le ordenó a un daimyo "que se suicidara por haber permitido que ocurriera un levantamiento de campesinos en su territorio."14 Este precedente suministraría un incentivo aleccionador para que cualquier daimyo negociara con los campesinos. Ocasionalmente los campesinos podían ir ante los mercaderes para que les ayudaran con sus rebeliones. Durante una de las revueltas, los mercaderes de arroz y de hierro "apoyaron fuertemente a los campesinos sobre los cuales dependía su comercio." [15]

A principios del siglo diecinueve, los reformadores en el feudo Mito "reconocieron la importancia económica y política de los estratos bajos de la sociedad y pasaron mucho tiempo y esfuerzo cultivando su apoyo." [16] Durante ese mismo siglo "la participación de los plebeyos rurales en acciones políticas … marcaron una salida significativa de la participación exclusiva de los samurai durante las reformas del Tempo." [17] Cuando el shogunato modernizó su ejército, en respuesta a la presión Norte Americana durante los 1860, se encontró con resistencia de parte de los daimyo, pero reclutó campesinos, cuyos estándares de vida habían por lo tanto mejorado. [18]

Todos los casos antes mencionados son instancias de apalancamiento de parte de los campesinos. Sin embargo, los mercaderes también usaban el apalancamiento. Aún en el siglo diecisiete, el emperador imponía fuertes impuestos a los comerciantes. Para escapar de eso, los comerciantes se unieron a los monasterios, los cuales les proporcionaban con "facilidades adecuadas para los negocios, almacenamiento, asistencia financiera y créditos cooperativos. A cambio de estos beneficios, los comerciantes prestaban dinero a los sacerdotes quienes también les daban protección militar." [19] Cada grupo  — mercaderes y monasterios  — mejoraban su poder vis-à-vis el emperador. Los mercaderes también se aliaron con nobles, quienes a cambio les otorgaban rango y privilegios de corte. Las compañías comerciales independientes eran patrocinadas por la nobleza. [20]

Otros grupos también ejercían el apalancamiento. Durante el siglo trece, los internos de los shoguns transferían su lealtad a los gobernadores de las provincias o a los administradores de fincas, para obtener mejores términos de servicio. [21] Media vez los pueblos habían cobrado importancia como centros comerciales, cambiaban sus alianzas verticales entre los daimyo o shogun, ya sea de manera formal o informal, "Gradualmente, los puertos o ciudades pasaron a eclipsar a los protectores feudales que se encontraban dentro del poder económico. Luego y por iniciativa propia, entraron en alianzas políticas-económicas con otros patrones feudales." [22]

Los mercaderes y los campesinos progresaron no solo con respecto al shogun sino que también con respecto al daimyo. Por ejemplo, las reformas fiscales y monetarias a principios del siglo diecinueve, que eran necesarias para la supervivencia de feudos casi en bancarrota, requerían que los daimyo cooperaran con los campesinos y mercaderes. Naturalmente, los campesinos y mercaderes exigían sus precios. "Cada defensa política de éxito [el daimyo] hacía que su propia posición fuera igualada por un progreso social correspondiente, de parte de los estratos superiores de las clases campesinas y de mercaderes." [23]

Durante el período Tokugawa, la rivalidad entre el feudo y las ciudades en crecimiento proporcionó apalancamiento para los mercaderes. "Probablemente fue la enorme necesidad de mejorar las finanzas 'han' [feudo] y la posibilidad de hacerlo al jugar en las economías regionales 'han' en contra de los grandes mercados de las ciudades de Osaka y Edo, que impulsó a las autoridades 'han' hacia las casas de los mercaderes y dio cabida a los numerosos monopolios después de la mitad del siglo dieciocho." [24]

En aquella democracia forjada por Japón después de la Restauración Meiji, el apalancamiento su transformó en la forma conocida de las democracias: los partidos jineteando para poder alcanzar una posición, haciendo y rehaciendo alianzas, y estirando y aflojando. Cuando las políticas y la economía se hacen complejas debido a asuntos multilaterales que ya no se pueden negociar frente a frente entre dos o tres grupos, en ese caso el parlamento se podría llegar a convertir en el agente honesto entre todos ellos. Por lo tanto, el parlamento es una organización por medio del cual se han institucionalizado aplicaciones multilaterales de apalancamiento.  

Durante la primera década del siglo veinte, los jefes locales inclinaban bloques de votos para ganar el auspicio del partido. [25] Hacia el final de la segunda década, los políticos del partido liberal, los académicos, un movimiento político de izquierda y periodistas, se unieron para promover una nueva fuerza para el movimiento laboral. [26] Todo esto es apalancamiento en su formulación moderna. Estos movimientos, eclipsados por la Segunda Guerra Mundial, están volviendo a cobrar forma nuevamente.

 

Los Orígenes del Compromiso

A lo largo de la historia, los japoneses han hecho compromisos en lugar de confrontarse; han negociado en lugar de andarse con evasivas y han cooperado en lugar de irse por sí solos, con respecto a otras sociedades. En términos absolutos, los japoneses confrontaron muchas veces, así como también evadieron e hicieron las cosas por sí solos, igual que lo hacían las otras sociedades.

Fairbank, Reischauer y Craig han manifestado que el sistema de tributación y los códigos de leyes que iniciaron en 670 se hicieron una por una, haciendo compromisos pragmáticos con las instituciones existentes y con los diferentes uji [clanes]." [27] Jacobs cita "una coerción, coordinación y compromiso constante . . . un proceso que se repitió muchas veces dentro de la historia japonesa, inicialmente por las administraciones de fincas contra los imperialistas Taikwa en la corte [siglo siete], luego por los mercados, los agricultores, y soldados dentro de la estructura establecida por las administraciones de fincas [sho-en], y posteriormente por los comerciantes en la verdadera estructura feudal." [28]

Asakawa escribe acerca de compromisos en fincas privadas (sho) que surgieron durante el siglo ocho: "El intelecto nativo de la raza con respecto a la adaptabilidad, encontró su expresión aquí, dentro de una libre división de distintos intereses y derechos que se relacionaban a la tierra, en sus inversiones en diferentes tierras y en su casi infinita re-división y transferencia . . . la misma parcela de tierra cultivada por una persona dándole seguidamente títulos y rindiendo ganancias para muchos." [29]

A veces, la inmovilidad social promovía negociaciones y compromisos. "El típico azukari dokoro [custodio] de las tierras sho-en era un aristócrata establecido localmente, completamente inelegible para el estatus noble que era disfrutado por un ryoke capital. . . . El señor y el custodio funcionaban de manera cooperativa porque básicamente ninguno podía desafiar las prerrogativas del otro. . . . La asociación entre personas de estatus dispares, era una característica esencial del sistema político." [30]

Un famoso compromiso ocurrió durante el siglo catorce, después de que las fuerzas militares opositoras del shogun y uno de los dos emperadores rivales ocuparon tierras para poderse sostener durante la guerra civil. A la finalización de las hostilidades, los soldados rehusaron dejar las tierras. Se estableció la paz a través de una división permanente de la producción anual entre los propietarios ausentes y los soldados. [31]

En un escrito anterior, [32] describí a los principales aspirantes a tierras durante este período así como la reorganización de fuerzas y formas de compromiso entre ellos. De estas fuerzas surgió el término wayo, el cual muchas veces ha sido traducido como "compromiso." "Wayo no era un tipo de acuerdo que se adhería a un patrón específico, sino que únicamente una expresión de distensión sobre cualquier asunto inveterado entre un jito [administrador de fincas] y un shugo [gobernador de provincia]." [33] A veces los compromisos se hacían de manera para ignorar los obstáculos, lo que para otras culturas podría ser humillante. Por ejemplo, durante el siglo catorce, los chinos insistían que las importaciones provenientes de Japón eran "regalos" y que era el pago de un "tributo" para el emperador celestial de China, de parte de los japoneses "inferiores". A cambio, hizo "regalos". Los comerciantes japoneses jugaban el juego. Cuando el Emperador Ming nombró al shogun Yoshimitsu "Rey de Japón " bajo la tutela china en 1401, él aceptó el título, el, cual no le afectaba sus prerrogativas en casa de manera alguna.

Se ha retado la naturaleza de los japoneses como personas acomodaticias. Najita manifiesta que la "caracterización de Japón como una sociedad consensual que continua a lo largo de un curso evolucionista, o por veces, se desvía de él podía ser engañoso" [34] Los contendientes que han destacado una serie de conflictos, así como mucha violencia a lo largo de la historia de Japón, tienen razón, pero ellos no comprenden el verdadero sentido: que es, que el conflicto y la violencia estaban mucho más mezcladas con las negociaciones y el compromiso que en la mayoría de las sociedades; que abundaban las concesiones de los victoriosos para los derrotados; y que se habían descubierto maneras para que los anteriores adversarios confiaran entre ellos, y que realizaran negocios una vez se había resuelto el conflicto.

 

Negociación y Compromiso en la Era Tokugawa (1603-1868)

Cuando en 1600 Tokugawa Ieyasu había derrotado al otro y había sido nombrado shogun en 1603, dividió a sus enemigos por categorías y les otorgó privilegios. Este tratamiento contrasta por ejemplo, con la aniquilación total impuesta por los mongoles cuando ellos invadieron las ciudades. La indulgencia de Ieyasu ocurrió, no por su generosidad, sino porque su victoria no fue abrumadora, su posición al oeste de Osaka era muy precaria y los compromisos con los derrotados daimyo eran la solución pragmática.

Los pueblos de Tokugawa en conjunto, negociaron con las instituciones que habían sido impuestas. Por el lado de la imposición, cada individuo pertenecía a una clase estipulada por el noble shogunato (un miembro de la corte imperial), guerrero, sacerdote, campesinos, o residente del pueblo. La movilidad de clases era imposible. Por el lado negociado, los pueblerinos cuando podían, formaban sus propias gremiales, resolvían sus disputas localmente y regateaban con los daimyo por cuestión de los impuestos. Aunque técnicamente no se les permitía hacerlo, por veces los campesinos llevaban sus peleas entre ellos y los daimyo ante las cortes del shogun. Ocasionalmente, hasta ganaban los casos  — otro momento de apalancamiento.

Los gobiernos de los pueblos se elegían por medio de comités. Mientras que el cacique era aprobado por los daimyo, era elegido por los pueblerinos y se le consideraba apto para representarlos, y enviar sus solicitudes al daimyo o al shogun. Asakawa sugiere que este arreglo provenía de la inteligencia de Tokugawa Ieyasu. [35] Si fuera así, la inteligencia de él consistía únicamente en ceder a las costumbres y al poder existente y no en descubrir un sistema.

Harootunian considera que los japoneses de la era Tokugawa fueron ingeniosos para ocultar los conflictos y reclamos por el poder y que el poder en sí era ocultado. [36] Sin embargo, en cualquier ocultamiento del poder, así como en la relación shogun-emperador, o en cualquier forma que se usara para prevenir un estallido, esto constituye un compromiso de facto.

Muchos son de la opinión que la gran paz que se observó durante el período 1600-1868 se mantuvo estable por el poder del shogun Tokugawa. [37] Sin embargo, a partir de mediados del siglo diecisiete en adelante, el shogunato se debilitó con respecto al daimyo, a los mercaderes y a los financieros. Como señal de debilitamiento, tanto el shogun como el daimyo se endeudaron con los mercaderes. A la vez, el shogun no podía hacer cumplir sus decretos, tal como controlar los precios. Su comando de exclusión extranjero era desacatado constantemente por los daimyos exteriores del occidente.  Sus intentos por establecer estándares monetarios fracasaron. Las rebeliones de campesinos se arreglaban por medio de términos que él no habría favorecido. Él continuaba existiendo únicamente a través del compromiso con oficiales de bajos niveles. Para más referencias con respecto al debilitamiento del shogunato durante la era Tokugawa, vea el Apéndice 2.1.

 

Las Rebeliones de los Campesinos

Sin embargo, la historia de Japón estuvo salpicada por rebeliones de campesinos, causadas por impuestos excesivos, préstamos forzados y exigencias a través de sobornos, [38] de parte de los monopolios daimyo y shogun y controles sobre los precios y el comercio; por disputas sobre los derechos a la tierra; e intentos de controlar el movimiento campesino y su comportamiento por parte de los nobles. Tanto los daimyo como el shogun vivían atemorizados de los campesinos, tenían sospechas de sus idas y venidas, pensando en cuáles serían los daños que harían después, o si ellos desertarían hacia otros daimyo, o amenazarían el shogunato.

En su mayor parte, las rebeliones no eran motivadas por exigencias de cambio de sistema. [39] Los campesinos no protestaban por la imposición de impuestos, sino que por el monto; no por el sistema de tenencia, sino que por los términos; no por la idea de negocios privados; sino que por sus monopolios, no por el hecho del control de los daimyo o shogun sobre el sistema monetario, sino que por las políticas monetarias. Por lo general, los campesinos no trataban de cambiar a una institución, únicamente cambiar los parámetros dentro de la institución.

Ikki lideró muchas de las protestas. Formaron sus propios entes gobernantes para negociar con los caciques, ya sea por la vía violenta o en rebelión abierta.  En alianza con "pandillas de ladrones, nobles guerreros errantes insatisfechos, y monjes armados de la nueva secta budista, ellos obligaban "al gobierno a que emitieran moratorias sobre préstamos, hipotecas o artículos empeñados." saqueando, destruyendo o quemando los almacenes de los ricos o las casas de empeño, templos o santuarios" [40]

El retiro era una forma de resistencia pasiva. Los campesinos deponían sus herramientas de trabajo y se iban hasta que sus demandas habían sido cumplidas. [41] Ellos juraban que cooperarían y se defenderían entre sí a través de las organizaciones de sus pueblos.

A lo largo de todo el período Tokugawa, los campesinos combinaron negociaciones con violencia en diferentes grados, desde disturbios hasta operaciones militares. En uno de los ejemplos de los muchos que existen, y que fueron compilados por Bix, en 1761 se llevó a cabo una revuelta en cinco etapas en Ueda con respecto a los impuestos y servidumbres:  (1) "movilización e invasión del pueblo del castillo;" (2) "impasse y confusión;" (3) "reanudación;" (4)discusiones "`verticales', conciliación, reintegración y represión;" y (5) "ejecución pública de [dos líderes campesinos], seguido de más discusiones de grupo a lo largo de todo el feudo." [42] La revuelta se arregló a través de una serie de concesiones de parte del daimyo, incluyendo tributos rebajados y condiciones de servidumbre menos onerosas.

Estoy en deuda con Bix por su meticulosa documentación durante todo el período Tokugawa acerca de las rebeliones de campesinos. Sin embargo, usando la misma información  — la suya más la de los otros escritores tales como T.C. Smith y Borton—mis interpretaciones son diferentes que las de él. Bix hace énfasis en la lucha de clases. Para él, las concesiones eran paliativas; el pueblo era parte del aparato de opresión; los campesinos fueron elogiados durante sus luchas; sin embargo su suerte no mejoró substancialmente durante estos cruciales siglos. [43]

Mi propia interpretación es menos marxista: la cual es que todo el pueblo de Tokugawa estaba lejos de ser un instrumento total del estado; que mientras reflejaba temores de que la violencia de siglos anteriores recurriría, o que el precario equilibrio de poder en la sociedad exterior podría no mantenerse, no obstante también reflejaba un deseo de negociar y comprometerse, de una manera que no se encuentra a menudo en muchas otras sociedades.

Los cambios ocurrieron debido a que cada victoria de los campesinos, tan pequeña en sí, contribuía acumulativamente en la manera en la cual la sociedad Tokugawa cambiaba con soltura hacia un Japón moderno. Sin embargo, voy más allá de la corriente dominante, sugiriendo que esta característica es una explicación mucho más grande con respecto al increíble crecimiento económico actual en Japón.


GLOSARIO DE TÉRMINOS JAPONESES

Aplicable a los Capítulos 2 y 3

azukari dokoro, gerente de mandos medios en un sho-en

bakufu, shogunato

daimyo, noble o nobles feudales

han, feudo, estado feudal

honjo, propietario terrateniente

honke, protector noble de un sho-en

ikki, grupo solidario de campesinos, líderes de rebeliones

jishu, propietario de un sho-en

jito, administrador de fincas de un sho-en

kabu, un tipo de asociación, gremio

kaisha, empresa de negocios

kokujin, pequeña nobleza de pueblo

kabunakama, un tipo de asociación, gremio

kumiai, un tipo de asociación, gremio

nakama, un tipo de asociación, gremio

ritsu, código de ley penal

ryo, código de ley administrativa

ryoke, propietario de un sho-en

ryoshu, señor no-noble (más bajo en la escala que un ryoke)

shiki, derecho transferible (a la tierra, oficina, empleo, etc.)

shikimoku, un código legal, o una recopilación de preguntas legales

sho, finca medieval

sho-en, estructura medieval de tenencia de tierra, precursor de los feudos, estados feudales

shogun, gobernante militar de Japón ("general de represión bárbara ")

shugo, gobernador de provincial

tonya, un tipo de asociación, gremio

tozama daimyo, un daimyo "externo", que vivía lejos del Edo, durante el período Toku-gawa

wayo, un compromiso, una forma de vida

za, un tipo de asociación, gremio

zuryo, gobernador recolector de impuestos

  

Muchos de los términos anteriores no tienen un equivalente exacto en español, por lo tanto, estos significados son aproximaciones.


Notas

  1. Las traducciones son inventos de los eruditos de habla inglés y no corresponden exactamente. Por ejemplo, a veces a los "propietarios" no se les permitía vivir en sus propiedades.
  2. Jacobs 1958:80.
  3. Takekoshi 1930:1:40.
  4. Kiley 1974:111.
  5. Mass 1974:187.
  6. Davis 1974:224,
  7. Davis 1974:221-247.
  8. Bix 1986:142.
  9. Davis 1974:229.
  10. Takekoshi 1930:2:280.
  11. Davis 1974:234.
  12. Bix 1986:xxx.
  13. Bix 1986:163.
  14. Bix 1986:7.
  15. Bix 1986:23.
  16. Koschmann 1982:89.
  17. Koschmann 1982: 94
  18. Totman 1982:74.
  19. Jacobs 1958:32.
  20. Jacobs 1958:120.
  21. Hall 1970:103.
  22. Jacobs 1958:33.
  23. Bix 1986:152.
  24. Hall 1970:213.
  25. Fairbank, Reischauer y Craig 1978:686.
  26. Fairbank, Reischauer y Craig 696.
  27. Fairbank, Reischauer y Craig 1978:337
  28. Jacobs 1958:129
  29. Asakawa 1916:314
  30. Kiley 1974:110.
  31. Asakawa 1914:109; Duus 1969:63; Grossberg 1981:9; Hall 1970:193; Wintersteen 1974b:211- 20.
  32. Powelson 1988:179-80.
  33. Mass 1974c:165-66.
  34. Najita 1982:9.
  35. Asakawa 1916:327.
  36. Harootunian 1982:25.
  37. Por ejemplo, Max Weber (1964:377) escribe acerca del gran poder del shogun.
  38. Borton 1968:26ff.
  39. Bix 1986:147.
  40. Borton 1968:16.
  41. De igual manera, se dice que los plebeyos romanos se retiraron hacia el Monte Sagrado en 793- 792 AEC para obligar al Senado a crear magistrados para defenderlos (Grant 1978:73-74). Algunos dicen que esta historia es un mito.
  42. Bix 1986:75ff.
  43. Bix pp. xxv-xxxiii.

Copyright © 1994 by the University of Michigan. First published in the USA by the University of Michigan Press, 1994.

Published on the World Wide Web by The Quaker Economist with permission from the University of Michigan Press, 2005.

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