Volumen 3, Numero 85
8 de octubre de 2003

Bolivia: Decisiones Difíciles

por Jack Powelson

Estimados Amigos,

Bolivia ha sido un lugar muy especial para mí desde que fui el asesor económico para su presidente en el año 1960. Sin embargo, en la actualidad hay muchos bloqueos que se han establecido en todo el país, orquestados por Evo Morales y su partido, Movimiento al Socialismo (MAS). La Paz se encuentra aislada y la muchedumbre está clamando porque renuncie el gobierno. El 7 de octubre un amigo mío que vive en Bolivia me envió el siguiente correo electrónico: "Los manifestantes tienen una lista de unas 60 a 70 demandas, las cuales están totalmente desorganizadas y son sensacionalistas. Ahora parecería que ellos no detendrán los bloqueos hasta que Goni renuncie, lo que no va a suceder, así es que únicamente Dios sabe que viene después ... los militares están en estado de alerta".

Primeramente voy a relatar unos antecedentes. La revolución de 1952 confiscó las tierras de los grandes hacendados y las dividió entre los arrendatarios agrícolas. También se habían nacionalizado las minas de estaño. Sin embargo, el gobierno revolucionario (MNR) a todas luces había gastado más de la cuenta y cuando ya no podía pagar sus deudas, se vio obligado a prestar dinero al Fondo Monetario Internacional y al gobierno de los Estados Unidos. Ambos enviaron "asesores" económicos para asegurarse que el gobierno cumpliría con su acuerdo de disminuir los gastos anualmente, hasta que estuviera solvente. Yo era el asesor Norte Americano. Un día, en la oficina del director del Banco Central, vi el rótulo que leía: "No dude en solicitar un crédito, el mismo será rehusado con amabilidad".  

Los dos presidentes (Siles Zuazo y Paz Estenssoro) bajo los cuales yo serví, ya fallecieron; el presidente actual, Gonzalo ("Goni") Sanchez de Lozada, recibió su educación en la Escuela Scattergood Friends School mientras su padre estaba en el exilio. Goni había favorecido las inversiones Norte Americanas como una fuente de financiamiento para el desarrollo de Bolivia. En 1995 inauguró un plan para entregar las empresas estatales al mejor postor, entre los inversionistas extranjeros, quienes a cambio de recibir la mitad de las acciones, modernizarían las compañías con los fondos que habían licitado y colocarían la otra mitad de las acciones en fondos de pensiones, que serían manejadas por el Cititrust Bahamas para el beneficio de todos los bolivianos. El gobierno no recibiría nada (no tengo información acerca de cómo se realizó este plan)

En el año 2002, se descubrieron unas enormes reservas de gas.  Para poder suministrar a los californianos hambrientos por tener energía, un consorcio de tres compañías americanas que se llamaban Pacific LNG (por gas líquido natural)  ofrecieron gastar hasta $6 mil millones de dólares para perforar y exportarlo. El FMI estimó que el sector de petróleo y gas de Bolivia podría agregar un promedio del 1% del crecimiento del PIB en los siguientes cinco años, si se materializaban los proyectos para comercializar el gas.  Goni vio este proyecto como un regalo de Dios para proveerle a su país con trabajos, inversiones y tecnología.

Sin embargo, la gran mayoría de bolivianos eran muy desconfiados.  Primeramente desconfiaban de los Estados Unidos, a causa del plan para la erradicación de la coca que había forzado a que muchos agricultores se fueran a la bancarrota. Las cosechas sustitutas sugeridas por el gobierno (café, bananas, palmito, etc.) no le han provisto a los agricultores una mejor forma de vida. Correctamente, ellos sienten la mano de los Estados Unidos y también sienten, correctamente, que Goni es un títere de los Estados Unidos. Segundo, ellos recuerdan el fiasco Bechtel en Cochabamba (ver TQE #53), adonde el desarrollo del agua es modelado después de Bechtel en Bolivia. Tercero, recuerdan a la familia Patiño, los propietarios de las minas de estaño, cuyas ganancias eran compartidas con funcionarios bolivianos corruptos, mientras que la familia apenas pagaba lo suficiente para que los agricultores pudieran subsistir. Este trato llevó a la revolución de 1952. No, sin duda los Estados Unidos no es muy popular en Bolivia.

¿Entonces, que va a suceder con el gas? Como economista, debo decir que el plan de Goni sería el mejor para Bolivia, si la gente lo permitiera. La compañía Pacific LNG no sería vista como que fueran piratas, porque tendría que competir con otras compañías de gas a escala mundial. Tendrían que pagar salarios que fueran un poco más altos del salario promedio para trabajadores bolivianos no calificados. ¿Porqué? Porque buscarían a los mejores trabajadores (que es lo usual para las compañías  multinacionales) y les darían capacitación. Al hacerlo, estarían incrementando en algo los estándares de vida y capacidades laborales.  Probablemente, el gobierno estaría demandando pago de impuestos de Pacific LNG, para poder trabajar en la infraestructura para el país. Y la gente de Bolivia, ¿no entiende estos beneficios? 

No, no lo entienden. Cuando estuve en Bolivia en 1960, di un curso sobre economía en la Universidad de San Andrés (en La Paz). Los estudiantes en su mayoría eran de corte marxista. Ellos no consideraban que un mundo de competencia traería beneficios algunos para Bolivia. Sentían que las compañías multinacionales le exprimirían los recursos a la gente. Eso fue en aquel entonces. Si puedo añadir algo, el odio hacia los Estados Unidos ha empeorado.

¿Y que entonces? En caso de no aceptar la licitación de Pacific LNG hay varias posibilidades. Primeramente, el gas se puede mantener en la tierra para que sea vendido en otro momento en el futuro. Muchos bolivianos quieren esto. Los huelguistas llevan carteles que dicen, "EL GAS NO SE VENDE." Sin embargo, mantener el gas en la tierra es como guardar el dinero bajo de un colchón, no hace nada a menos que se utilice.

Segundo, los bolivianos podrían construir plantas de procesamiento para licuar el gas que se encuentra en tierras bolivianas. Sin embargo, hay problemas con eso. Cuando el gas natural se enfría a una temperatura de aproximadamente  menos -260ºF a presión atmosférica, se condensa en un liquido llamado gas natural licuado (LNG por sus siglas en inglés) Un volumen de este líquido toma aproximadamente 1/600º del volumen de gas natural en la punta de un quemador de cocina. El LNG pesa aproximadamente 45% del peso de una cantidad igual de agua. Según mis conocimientos, la única manera de transportar grandes cantidades de LNG de manera económica, es a través de buques cisterna. Por lo tanto, se recolecta el gas natural de los campos internos a través de tuberías y enviado a los puertos adonde es licuado antes de ser cargado a los buques cisterna. Como Bolivia es un país sin salida al mar, tiene que exportar su gas a través de tuberías por medio de Chile o Perú. No podrían hacer uso de una planta de LNG.   

Para muchos bolivianos, exportar a través de Chile sería un anatema.  El gas pasaría a través del mismo Puerto que Bolivia perdió a Chile durante la Guerra del Pacífico en 1884. Cuando estuve en Bolivia, los bolivianos celebraban el "Día del Pacífico" todos los años y había una estatua de Abarroa el héroe de dicha guerra, que se encontraba en uno de los parques principales en La Paz. Sin embargo, unos potenciales inversionistas (norte americanos) dicen que si no es a través de Chile, perderán el interés. Una tubería a través de Perú sería más cara.

Tercero, los bolivianos podrían establecer una empresa gubernamental para manejar el gas. Muchos objetan que el gobierno siempre ha sido corrupto — y yo estoy de acuerdo — y que las "ganancias" terminarían en los bolsillos de los políticos.

Para los Estados Unidos, el resultado aterrador sería si Evo Morales fuera elegido presidente. (Apenas perdió contra Goni en el 2001). Evo predica dentro de las líneas de Fidel Castro (Cuba), Juan Perón (Argentina) y Hugo Chávez (Venezuela).  Cada uno de estos "populistas" le prometieron al pueblo más de lo que podían entregar y — después de "quitarle la crema para sí mismo" — redujo la economía del país al desquicio más absoluto. Sin embargo, los Estados Unidos está siguiendo la política exacta — la guerra de las drogas — que llevará a la gente a elegir a Evo, quien se opone a la erradicación de la coca.

Evo goza de mucha popularidad entre la gente pobre. ¿Como sería de presidente? Yo sospecho que sería igual que Castro, Perón, o Chávez. El único populista que conozco que hace su juego de diferente manera es Lula da Silva de Brasil. El le prometió "todo" a su gente antes de ser elegido.  Ahora que es presidente, ha descubierto que no lo puede dar todo, y por lo tanto está recortando bastante. Muchos de los que eran sus principales partidarios, ahora le critican duramente. Sin embargo, Lula es poco común y — si se consideran las probabilidades — Evo sería más como Castro, Perón o Chávez, que como Lula.  

Entonces, ¿debería un gobierno "democrático" forzar un plan ante su gente al cual objetarían?  Mi contestación es no. Yo creo que nadie debería ser obligado a aceptar ninguna política a la cual se opone la mayoría de la población, y no importa que tan buena sea. Estoy de acuerdo con John Dunlop, profesor de trabajo de Harvard y quien falleció este mes, quien le manifestó a la Revista Fortune en 1973, "A menos de que pueda obtener un consenso para un problema, no es una muy buena solución."   

Y entonces, ¿que debería de hacer específicamente Goni? Para evitar una guerra civil, debería de abandonar la política de EE.UU. de erradicación de la coca y pedirles a todos los asesores norte americanos que se vayan de regreso a casa.  Debería decirle al Embajador de los EE.UU. que pase diez días en Washington explicando que el problema de la droga deberá resolverse a través de la educación a niños norte americanos para que ellos no usen las drogas. Él debería de dejar el gas en el suelo — a pesar de que es una pérdida — por el momento, hasta que se calmen los ánimos. Finalmente, para ponerse al día con todos sus conocimientos, debería de suscribirse al The Quaker Economist.

Los bolivianos tienen que aprender sobre buenas políticas de sus propias experiencias, a través de las pruebas y errores — y este aprendizaje podría tomar siglos de sufrimiento, corrupción y guerras. A la sociedad occidental le tomó siglos para aprender a manejarse entre sí con libertad y democracia (hasta el punto que hemos aprendido) y aún estamos sufriendo por guerras, debido a que queremos imponer nuestras políticas sobre otros. ¿Porqué no permitirle a Bolivia la misma experiencia?

Atentamente su amigo,

Jack Powelson

Traducido por Leonor M. Schoening, miembra de American Translators Association.


Copyright © 2004 by John P. Powelson. Derechos Reservados. Por este medio se autoriza la reproducción no-comercial.


Carta previa | Portada | Carta proxima