Previo
Una Historia de Riqueza y Pobreza, por John P. Powelson.

Capítulo 10

India

 

Aunque cada una tiene sus individualidades, India y África poseen muchas características comunes que dan cuenta del fracaso del proceso de difusión del poder. En ambas regiones antes del siglo XIX, la tierra era abundante y las migraciones eran comunes. India y África comerciaban enérgicamente atravesando grandes distancias al principio, los africanos dentro de su continente y los indios a través de los continentes. A pesar de la existencia del comercio y la producción privados, en India y en África, no obstante, el estado — a través de los jefes y gobernantes tribales — dominaba la producción y la propiedad de los bienes y el goce de los ingresos. (Todavía sucede así). La guerra endémica arrasó ambos continentes durante largos períodos de tiempo. (Todavía sucede así). Cada uno experimentó un colonialismo que privó a los pueblos sometidos de  oportunidades y tierras y también dotó a los gobernantes nativos de poderes que nunca antes habían poseído.

Cuando terminó el colonialismo, la tierra fue devuelta pero el desequilibrio de poder continuó. Finalmente, aunque cada uno tenía sus organizaciones reguladoras locales — tribu y aldea — las referencias históricas a alianzas verticales o negociaciones económicas entre los aldeanos y los jefes no son tan numerosas en India y en África como en Europa noroccidental y en Japón. Podemos especular que la abundancia de tierras y los ingresos alternativos a través del comercio próspero en los primeros siglos junto con el desequilibrio de poder bajo el colonialismo, limitaron la comunicación entre los gobernantes y las clases sometidas y que esta falta de comunicación impidió que ambos lados vieran las instituciones de cooperación positivas y complejas que podrían haber conducido a un desarrollo económico duradero.

Una Sociedad Comerciante y Emprendedora

Aún más que la de África, la historia de India es rica en comercio y espíritu emprendedor. A diferencia de África, el pasado pre-colonial de India también incluye la alfabetización, un alto nivel de la ciencia, el derecho escrito y la banca.

En el segundo milenio AEC, India ya comerciaba internacionalmente. Se convirtió en un centro de almacenaje y distribución, donde las mercancías eran intercambiadas entre el Occidente y los embarcadores orientales. Los gremios estaban registrados con las autoridades del lugar y evolucionó una economía monetaria, generando financieros y banqueros. Pero también hay evidencias de concentración del poder. La uniformidad de pesos y medidas, la escritura y los sellos comunes,  "todos indican alguna medida de control político y económico y apuntan a las grandes ciudades de Mohenjo-dara y Harappa [2500-1700 AEC] como sus centros." [1]

Aún en la era de desunión política (184AC al 320DC), el comercio se expandió hasta Roma y China, [2] y "los ingresos del comercio contribuyeron grandemente a las economías de los reinos [indios] participantes." [3]

Desde el siglo IV hasta el VIII EC, los monasterios en el sur de India fueron centros de aprendizaje. Los matemáticos habían calculado el factor pi y la duración del año solar. Circulaban monedas de oro de alta calidad. Los textos legales fueron escritos y se practicaban los procedimientos judiciales. [4] India fue una joya en la esfera comercial de Gran Bretaña desde el siglo XVII hasta su independencia. "La creciente demanda de algodón revolucionó el comercio de exportación indio después de 1835." [5]

India tenía ventaja sobre África debido a su ubicación en el centro de las rutas comerciales este-oeste.  Desde el principio, los sistemas legal y monetario indios eran más avanzados que los africanos y por lo menos estaban a la par de los europeos. Pero aún no se habían vuelto totalmente modernos. Ya que estaban manejados en gran parte por una élite, no reflejaban los intereses de los grupos a los que servían presuntamente, por lo cual no eran institucionalmente capaces de negociar las muchas medidas positivas que eran físicamente posibles. En última instancia, fueron suplantados por los sistemas británicos que no sirvieron a los intereses de los indios que no pertenecían a la élite.

Organizaciones de las Aldeas

Aunque las organizaciones de las aldeas existieron en gran abundancia en India, [6] los campesinos no negociaban verticalmente en la misma medida que lo hacían sus contrapartes en Europa noroccidental y en Japón. En un escrito anterior, he documentado la existencia y la naturaleza de las organizaciones de aldeas [7] que resumo aquí.

Antes de los británicos, la tierra india era poseída en tres o más niveles: (1) el soberano o conquistador, cuyo objetivo era recibir impuestos y mantener la seguridad; (2) el oficial intermediario, llamado zamindar, jagirdar, o por otro nombre, cuyo propósito era recolectar impuestos, quedarse con su parte y pasar el resto al soberano; y (3) la aldea, que a menudo poseía tierras en común, cuyo propósito era asignar parcelas entre los aldeanos, alimentarse y pagar impuestos. Con frecuencia, la capa (2) constaba realmente de muchas capas y muchos privilegios en un patrón complejo de derechos y obligaciones basado en distinciones al parecer infinitesimales y cambiantes entre los usos de la tierra. El patrón era tan complejo que los británicos no trataron verdaderamente de entenderlo en todos sus años de señorío. En Kumar se encuentran más detalles sobre la enorme variación en las relaciones agrarias. [8]

Wade escribe sobre la aldea india como un grupo corporativo. "Los aldeanos indios son emocionalmente dependientes y derivan su identidad de grupos — y en ese sentido no son individualistas." También describe "una red compleja de vínculos de patrón-cliente dentro de la aldea que se extiende hacia niveles más altos de la política y la administración." [9]

La explicación más convincente del fracaso de las organizaciones de aldeas para negociar verticalmente y de la diferencia entre India y Europa se expresa patéticamente en un pasaje de un autor indio:

Ninguna de las principales luchas en la historia india tuvo como objetivo el ejercicio de derechos dentro de la aldea sino que el ejercicio de derechos sobre la aldea. Eran conflictos entre jefes de varios grados por el derecho o el poder para obtener un pago de un campesino, no para confiscar sus tierras. La historia europea, por el contrario, revela un conflicto entre el campesino y los señores debido a que los últimos no solo exigían una parte de la producción sino que deseaban conservar un método particular de cultivo — por medio del trabajo forzado — o introducir nuevos métodos de cultivo (cercados, agricultura a gran escala). El conflicto indio era entre los señores quienes no estaban preocupados por el método agrícola, sino por obtener un ingreso del campesinado. . . . El problema siempre fue entre diferentes pretendientes a la espada y la aldea y los campesinos siempre eran el sujeto pasivo del conflicto, el botín por el cual los poderes rivales peleaban entre sí. [10]

Otros autores refuerzan este sentimiento. De mi trabajo anterior, tomo la siguiente cita: [11]

Metcalf escribe que después de la caída de Gupta, las organizaciones de aldeas tomaron forma, con distinciones entre las castas cultivadoras. Las tribus emigraron lentamente por la fértil planicie del Ganges, "observadores de la gran lucha que rugió sobre sus cabezas entre las dinastías imperiales y los dueños del poder local." [12]

En el sur, donde precariamente existieron imperios rivales, las organizaciones de aldeas se desarrollaron grandemente, pero sin ningún parecido con el molde europeo-japonés. . . . La organización agraria de antes del siglo XI se conoce poco. Por ese tiempo, sin embargo, comenzaron a surgir aldeas bien organizadas, que Stein [13] llama "áreas nucleares de instituciones corporativas." Predominaron dos tipos: el brahmadeya (cada una era un grupo de aldeas controladas por una organización brahmana) y el periyanadu, una localidad extendida controlada por organizaciones de plebeyos (Sat-Sudras).

El brahmadeya consistía de grupos de asentamientos que los brahmanes reunían y administraban, tomando una parte de la producción. El periyanadu, que cubría un territorio más grande era gobernado por grupos corporativos de agricultores o mercaderes o por ambos.

Aunque algunos historiados argumentan que el "feudalismo" indio es lo suficientemente similar a sus contrapartes europeas y japonesas para merecer este término, otros señalan la diferencia crucial de contratar. [14] Los campesinos y los señores en Japón y en Europa noroccidental forjaron una relación vinculante, con obligaciones para ambos lados, que se podría ejecutar ante los tribunales de la ley. Los campesinos indios y los señores no tenían tal relación. [15] Cuando la distancia cultural entre los señores y los campesinos era tan grande, cuando los campesinos no tenían derechos legales sobre la tierra sino que se les había dicho durante cientos de años que eran menos que la tierra que pisaban, no iban a ser tan atrevidos de pensar en alianzas verticales o en negociar. Una evaluación británica de la tenencia en Bengala en el siglo XVIII informa que "los zamindars, en general, no celebraban acuerdos con los ryots [campesinos]; recolectaban lo que podían y las imposiciones eran 'numerosas e indeterminables.'" [16]

He encontrado unas pocas referencias para "contratar" el uso de la tierra, pero por lo general esto se hacía entre personas de alto rango, no entre gente de alto estatus y bajo estatus. O pueden haber sido aprobadas por las autoridades o arbitradas por gente de fuera en lugar de campesinos a través de sus propios comités. Por ejemplo, los miras eran recursos controlados por un grupo que se podían encontrar en aldeas irrigadas en el sur de India en el siglo XIX. Los que tenían participación, principalmente brahmanes o campesinos de alta casta "llevarían las disputas fuera de su comunidad para arbitraje y las riñas entre comunidades naturalmente requerían una autoridad externa pero respetada por muchas asambleas diferentes de participantes. Los funcionarios estatales desempeñaban este papel sin lugar a dudas." [17] Finalmente, el sistema de castas descartaba la negociación entre la gente de alto nivel y la de bajo nivel. Un brahmán no le dirigía la palabra a un intocable.

Por lo tanto, las organizaciones para llevar a cabo una transacción eran — al igual que en África — manejadas principalmente por los gobernantes, incluyendo al emperador Mughal, los rajás, los brahmanes, los zamindars, la Compañía Británica de las Indias Orientales, el gobierno británico, y por último, el gobierno de India.

Tres Posibles Razones de la Falta de Contratos

Tres razones pueden explicar por qué los aldeanos indios no gozaban de contratos vinculantes con sus superiores: la abundancia de tierras, el comercio internacional y la guerra constante.

Abundancia de Tierras

Un teólogo religioso de Delhi (c.1454) . . . cita el ejemplo de un campesino que necesita semillas, un par de bueyes y herramientas o implementos. La posesión de tierras no está incluida entre los implementos esenciales.  Claramente, nuestro teólogo estaba viviendo en un período de abundancia de tierras. [18]

Las fuentes históricas sobre India están repletas de referencias a la migración y a la abundancia de tierras. Ludden escribe que la migración "se aceleró y se expandió después de 1300" y describe cómo la "tierra era abundante y la mano de obra escasa . . . cualquiera con trabajadores en la familia podía encontrar tierra para cultivar por lo menos para una subsistencia precaria." [19]

En la Bengala del siglo XVIII, "los pattas [documentos de arrendamiento] otorgados a los paikashi ryots generalmente contenían una limitación en un punto en el tiempo; cuando consideraban los términos como desfavorables, emigraban hacia otro lugar." [20] En Khandesh, las aldeas quedarían desiertas periódicamente y luego revivían con nuevos cultivadores. [21]

Los aldeanos en toda India algunas veces negociaban con sus señores en los buenos tiempos. No eran "solamente observadores pasivos." Sino que "cuando la situación empeoraba, ellos `votaban con sus pies' y con la izquierda por mejores condiciones." [22] En consecuencia, la disponibilidad de tierras estableció un límite para la negociación, el cual no estaba obligado normalmente por la falta de alternativas.

Un informe del gobierno británico de 1820 se refiere a que la tierra sobrante era otorgada a especuladores con la esperanza de que "no solamente haría retroceder a los nativos de Candiesh que se habían retirado a Guzerat y a otros países, sino también para atraer a nuevos colonos de lugares superpoblados." [23]

Evidencia contraria se encuentra en algunos lugares. En Delhi del siglo XVI, la tierra estaba "casi totalmente bajo cultivo." [24] Kerala había estado densamente poblada por mucho tiempo. Kumar cita al explorador árabe Ibn Battuta comentando que en Malabar del siglo XIV "no hay un pie de suelo que no esté cultivado." Aún Kumar también escribe del sur de India: "Cuando la población aumentó o cuando las lluvias faltaron, los hombres emigrarían a otras áreas buscando empleo permanente o de temporada." [25]

Partiendo de estas referencias dispersas, uno puede concluir que la tierra era lo suficientemente abundante en gran parte de India que — a diferencia de Europa noroccidental y de Japón — los señores y los campesinos a menudo (pero no siempre) eran físicamente móviles y podían escapar los unos de los otros. No necesitaban una relación vinculante de uno a uno.

Comercio Internacional

Adaptada a India, la tesis de Goodell parecería como sigue: Durante el primer milenio EC, los señores de India podían obtener su riqueza por medio del comercio. Si bien tuvieron que depender de los inquilinos para sus alimentos, no obstante, no tuvieron necesidad de hacer contratos con ningún inquilino específico. Podían expulsar a un grupo confrontador o hacer que las condiciones fueran tan miserables que el grupo se iría. Los terratenientes se las arreglarían con el oro del comercio hasta la llegada de nuevos campesinos.

En vista de la intensa participación de India en el comercio internacional durante los primeros siglos EC, la tesis de Goodell parece plausible, pero se requeriría más investigación para encontrar instancias específicas de ello. En cualquier caso, la proposición de que los señores y los inquilinos no formaron normalmente alianzas verticales no se basa en la tesis de Goodell, por lo tanto, no hay necesidad de demostrarla o de refutarla para India.

Guerra y Violencia Constante

Las principales guerras de India incluyeron las invasiones árabes del siglo VIII; la conquista de Ghaznavid a finales del siglo XII, que inició el principal período musulmán; el derrocamiento de los Ghaznavids por los Ghurids; las guerras subsiguientes del Sultanato de Delhi (del siglo XIII al XVI), con sus intrigas entre facciones, las batallas contra los mongoles y el sometimiento de los reinos hindúes; las luchas de poder de las dinastías Khaljis (1290-1320), Tughlug (1320-1416) y Sayiid (1414-51); la invasión de Timur de 1398; la conquista inicial de Mughal del siglo XVI y sus guerras continuas para dominar a los reinos hindúes; en el sur, las tomas de poder y rivalidades bajo el reino Bahmani (1347-1527) y su rivalidad con el Imperio Vijayanagar (1336-1646); las rebeliones Marathan contra la invasión de Mughal en el sur y su propia expansión en el siglo XVIII; y finalmente, las guerras coloniales europeas entre británicos, franceses, holandeses y portugueses, pero involucrando a los indios.

Mucho más perjudiciales son las disputas por la sucesión, los violentos derrocamientos de pequeños estados y la casi continua guerra con frecuencia de bajo nivel. En el Apéndice 10.1 se encuentran once citas históricas sobre dicha violencia. Esta violencia endémica produjo grupos gobernantes inestables y fluidos, tal como sucedió en África. En Europa noroccidental y en Japón, al contrario, la durabilidad y la unificación de grupos competentes de alto nivel hicieron posibles las alianzas verticales.

Al igual que en África, en India hubieron períodos de paz. Pero — de nuevo, al igual que en África — estos no fueron lo suficientemente largos ni lo suficientemente dominantes para alterar las propiedades subyacentes. Al igual que en África, esta violencia no detuvo el espíritu emprendedor, la formación de capital ni el comercio. Pero puso un tope a las instituciones de desarrollo económico duraderas, que pueden alcanzar la complejidad necesaria únicamente cuando sus participantes llegan a confiar entre sí a través de relaciones pacíficas continuas.

La violencia endémica fue suprimida temporalmente por la ocupación británica. Después de la independencia en 1947, irrumpió de nuevo sobre todo el sub-continente: entre los hindúes y los musulmanes cuando Pakistán fue creado; las tres guerras sucesivas entre India y Pakistán; los disturbios comunales en varios estados en 1978; las luchas entre musulmanes e hindúes en 1982; [26] los bombardeos por los sikhs militantes en 1982; [27] las masacres en Assam en 1983, 28 que resurgieron en 1989; [29] la guerra hindú-sikh en 1984, incluyendo el asalto hindú al Templo Dorado de los sikhs' con 41 víctimas de tortura; [30] los choques con los ghurkas exigiendo un estado propio; [31] el asesinato de la Primera Ministra Indira Gandhi en 1984; [32] las batallas entre los inmigrantes bengalíes y la gente de la tribu Chakra en Bangladesh en 1987; [33] "se han reportado cientos de muertos cada año " en Bihar; [34] nuevos asesinatos en 1985 con violencia en el Punjab en 1986; [35] la guerra de Tamils de India y Sri Lanka contra los budistas de Sinhalese en la década de 1980; [36] el asesinato de M.M. Farooq, líder islámico superior en Cachemira en 1990; [37] los disturbios hindúes-musulmanes en 1990 por un plan hindú para erigir un templo en el sitio de una mezquita en Ayodha y la destrucción de ese templo; [38] el asesinato del Primer Ministro  Rajiv Gandhi en 1991 [39]; y la lucha en la frontera de Cachemira. [40] También:

Las fuerzas paramilitares indias y los agentes de la policía local lucharon hoy, aquí, con miles de estudiantes y otros protestantes exigiendo el fin de una nueva política que reserva más empleos a algunos indios de baja casta. [41]

[U]n votante recalcitrante o dos pueden haber sido heridos como un ejemplo para los demás. . . . Este nuevo sistema de votación puede resolverse mejor por la violencia; la violencia sola demuestra un punto dramáticamente e irrefutablemente. [42]

Sin embargo, debe tenerse precaución al evaluar la guerra india.  No sabemos cómo medir la violencia. Todas las guerras son diferentes y una violencia endémica siempre lo es en alguna una medida. Tampoco se conoce el umbral entre la violencia y la no violencia en el cual se vuelven posibles las alianzas verticales, la ventaja y la confianza. Europa y Japón también tuvieron su parte de guerra. La violencia también estalla en el mundo industrializado: los disturbios y las quemas en Washington, D.C. en 1967 y en Los Angeles en 1992, por ejemplo. Las bombas lanzadas en Nagasaki y en Hiroshima en 1945 y la guerra de Naciones Unidas/Iraq de 1991, con una economía destruida, un estimado de 100,000 muertos y muchos más desarraigados y un país llevado a la pobreza, el hambre y los odios étnicos demuestran que los Estados Unidos aún está listo para emplear la fuerza. Aunque estos eventos fueron sanguinarios y terribles, sin embargo, el crecimiento económico de EE.UU. no se interrumpió. Más bien, un tipo de violencia diferente — incesante, a nivel interpersonal, totalmente dominante y por lo tanto, endémica — inhibe a las instituciones de crecimiento económico en África e India.

Las guerras en Europa noroccidental y Japón dejaron de ser endémicas durante los siglos de rápido desarrollo económico. Aún sin medida exacta, la gran intensidad y frecuencia de la violencia interpersonal en África e India de hoy la pone en una clase diferente de la violencia de otros países más desarrollados.

Colonialismo

Al igual que en África, los gobiernos coloniales europeos — esta vez principalmente los británicos — sin darse cuenta, elevaron a las élites indias a poderes que nunca antes habían tenido. Esto lo hicieron ordenando organizaciones y relaciones copiadas de su propio país, pero cuyos contrapesos no habían evolucionado en India. Al igual que en el caso de África, los indios poderosos, nombrados en posiciones en estas organizaciones, se comportaron con la agresividad de sus instituciones de larga tradición, sin el límite de las restricciones de las instituciones inglesas.

En el siglo XVII, cuando los límites soberanos eran más flexibles que ahora, la Compañía Británica de las Indias Orientales llenó la costa con puntos de comercio o "fábricas." Reconociendo que los gobernantes dominaron la empresa económica, compró y vendió a través del emperador Mughal o de los gobernantes territoriales. Esta política funcionó durante un siglo, pero surgieron contradicciones gradualmente.

Primero, la Compañía Británica de las Indias Orientales se involucró en guerras locales. El emperador Mughal estaba tratando de asumir la supremacía sobre muchos gobernantes autónomos para hacerlos perder derechos hereditarios y que dependieran de él. [43] La compañía reforzó su poder haciendo negocios con él.

Segundo, la compañía luchó contra otros europeos por la jurisdicción comercial. Estas guerras coincidieron con las rivalidades entre gobernantes indios, quienes se aliarían con uno u otro poder europeo. No estando claro si era un negocio privado o un representante de la corona, la compañía parecía cada vez más un señorío feudal.

Pero un señorío feudal obsoleto en Gran Bretaña difería de su contraparte viviente en India. En la última, las obligaciones mutuas no existían o no estaban claramente definidas. Cuando la compañía se volvió zamindar bajo el Imperio Mughal al comprar derechos sobre ciudades en 1698, comenzó a asignar tierras y a cobrar rentas a nombre del emperador Mughal. Sin inhibiciones de las restricciones legales, los oficiales británicos se apropiaron de poderes que nunca hubieran adquirido en casa. El Parlamento encontró que esto era "corrupción."

Tercero, consternado ante esta corrupción, en 1784, el Parlamento británico asumió las funciones políticas de la compañía pero no las comerciales. Después de una rebelión sangrienta en 1857, el gobierno británico las asumió también.

Cuarto, los británicos trataron de reorganizar a los indios a su semejanza. Una afluencia de agencias británicas — bancos, tribunales de ley y similares — era fácil. Pero el sistema de tenencia de tierras se convirtió en su némesis. [44]

De la confusa gama de derechos sobre las tierras e impuestos, los británicos trataron de establecer la propiedad privada. Seleccionaron a los zamindars y ciertos otros pretendientes como los más probables para imitar a los "señores innovadores" del siglo XVII. En una serie de "asentamientos," los convirtieron en los propietarios privados. Pero los "señores innovadores" no se concretizaron. En su lugar, los nuevos terratenientes tenían un arma más poderosa que antes sobre sus inquilinos. Anteriormente, podría haber habido alguna costumbre u obligación que mitigaría los impuestos excesivos o el despojo o el tratamiento cruel o los inquilinos habrían tenido alguna ventaja incipiente si por ejemplo algún otro jefe, un enemigo de su cobrador de alquiler inmediato, los hubiera protegido. Pero nombrar al zamindar como el terrateniente protegido por el gobierno británico eliminó cualquier ventaja mínima que los campesinos poseían. Los nuevos propietarios exigían el alquiler máximo con la mínima inversión. Tal vez con el tiempo, ellos hubieran percibido que el producto agrícola mejorado a través de la inversión y cooperación con los inquilinos habría rendido precisamente eso. Pero en un mundo en el cual la posesión nunca había sido segura y la estabilidad de los trabajadores nunca se había garantizado, los beneficios inmediatos eran los preferidos.

Puede haber una explicación mayor en una diferencia cultural mencionada por Neale, quien escribe que los británicos, actuando tal como si los indios respondían culturalmente igual que ellos mismos lo hubieran hecho, fracasaron en captar los valores diferentes que los indios daban al dinero y al poder: "más ingleses estaban deseosos de comerciar más poder por dinero mientras que más indios estaban deseosos de comerciar más dinero o bienes por poder. . . . Para los ingleses, la ruta al poder radicaba en la administración pública o en la política parlamentaria. [Para los indios, por otra parte, radicaba en el control sobre la gente.] Ya que las aldeas a menudo estaban divididas por luchas de facciones, el indio político necesitaba incrementar la unidad y los números de su facción. La posición ideal para un indio interesado en el poder era ser un líder de la facción dominante de la casta dominante en una aldea." [45] Pero los inquilinos seleccionados sobre la base de quién traería más poder podrían no ser los mismos que rendirían la mayor producción. Estas observaciones refuerzan la hipótesis de que un cambio en los valores relativos — del poder a la riqueza material — está correlacionado con el desarrollo económico duradero.

Derecho

Las jerarquías religiosas y políticas definen las distinciones sociales y asignan privilegios en las sociedades pre-modernas. El sistema de castas siempre ha desempeñado esta función en India. Con los brahmanes como la casta más alta por milenios, uno puede suponer que le ley fue hecha por los brahmanes para los brahmanes. Aún antes del primer milenio EC, las reglas estaban siendo recopiladas en las escrituras sagradas, que tenían la intención de cubrir cada aspecto de la vida, incluyendo el económico.

La ley hindú se origina tradicionalmente en los Vedas, en fechas inciertas aproximadamente en 1500-1200 AEC. Pero estas escrituras eran himnos sagrados, no leyes, y no se aplicaban a los no indios-hindúes tales como los cristianos, judíos y musulmanes. En lugar de ser un precedente judicial, las sagradas escrituras eran guías del comportamiento que los reyes y los jueces tomarían en cuenta en sus decisiones legales. Los eruditos posteriores — virtualmente todos los brahmanes — los elaboraron y los interpretaron en una serie de escritos conocidos colectivamente como los Dharmasastras, que serían diferentes según la región. El "deber del Rey de impartir justicia yace dentro de todo el concepto de un ideal dhármico." [46]

Adicionalmente a esta ley de arriba hacia abajo, la ley de las aldeas del principio, el kula, probablemente fue negociada por los "cultivadores, barberos, comerciantes, artesanos, pastores y así sucesivamente. . . . [L]a literatura posterior demuestra que estas clases bajas también tenían sus organizaciones de grupo o gremios para regular sus propios asuntos. . . . [E]stas clases inferiores tenían usos de los gremios que eran obligatorios para ellos independientemente de cualquier referencia a la ley sagrada." [47] En efecto, muchas disputas comerciales eran resueltas en las aldeas sin ser llevadas ante el rey o a los brahmanes. Los principios de esta ley eran estudiados por los eruditos y escritos en manuales.

Al igual que la de Europa y África, la ley india tiene múltiples orígenes. Primero están los Vedas y los Dharmasastras, que son específicamente hindúes. [48] En segundo lugar está la ley musulmana, el shari'a, basada en el Corán. En tercer lugar están muchos arreglos ad hoc de los reyes locales, tales como reglas comerciales en puertos visitados por barcos europeos. En cuarto lugar está el kula o ley de la aldea. Finalmente, las leyes europeas — en su mayoría británicas — fueron agregadas a la mezcla.

Antes de la ocupación británica no se conoce algún intento para reconciliar las leyes disparatadas en un solo sistema, tal como había ocurrido en Europa noroccidental. Las leyes hindúes y musulmanas difícilmente podrían ser integradas ya que surgieron de divinidades diferentes y el Corán supuestamente era inmutable. Únicamente el tercer y el cuarto tipo — los arreglos ad hoc y el kula — fueron redactados de acuerdos entre las partes participantes y estos podían haber sido hechos a un lado por el siguiente conquistador.

Por consiguiente, la ley elitista y religiosa abrumó la legislación en los niveles bajos en comparación con los casos de Europa noroccidental y Japón, cuya tendencia fue hacia la justicia acordada o negociada. "Muchas disputas [en India] no podían ser presentadas por las partes agraviadas, sino que eran promovidas suo motu como resultado de las averiguaciones de los oficiales del rey, incluyendo el espionaje." [49] Sin embargo, los contrastes basados en esta cita deben hacerse con cuidado ya que los tribunales europeos y japoneses del principio tampoco considerarían disputas familiares, cuyo enjuiciamiento correspondía al jefe de la familia. No obstante, el camino que conduce desde el "contrato desigual " hasta la "ley imparcial," aún completado de forma imperfecta en el Occidente y Japón, no fue asumido en India sino hasta en los tiempos modernos.

Sen-Gupta [50] atribuye la siguiente ley a Visna, un dios del período védico: "Si el vendedor no cumple con la entrega de los bienes al comprador que ha pagado el precio, el vendedor es responsable del pago del precio con intereses y del pago de una multa de 100 panas." Él atribuye la siguiente ley a Yajnavalkya, un sabio semi-legendario de aproximadamente el mismo período: "El tiempo permitido (al comprador) para la inspección de semillas, hierro, bestias de carga, joyas, bestias hembras y lecheras, es diez días, un día, cinco días, siete días, un mes, tres días y una quincena, respectivamente." [51] Otras leyes similares también son atribuidas a los dioses. Si uno supone que estas leyes fueron escritas por eruditos brahmanes en lugar de por dioses o sabios ancianos, sin embargo, estas surgieron de la moralidad elitista en lugar del regateo del mercado.

Una inconveniencia más debe haber sido la incoherencia obvia — aún la flagrante hipocresía — entre las altas cualidades morales enunciadas en los escritos y la violencia perenne y penetrante y la inhumanidad practicada en el paso de los siglos. Virtudes tales como la "verdad, abstenerse de injuriar, la libertad de enojo, la humanidad, el auto-control, la honorabilidad, abstenerse de robar, [y] la pureza ritual " [52] son el ideal de muchas religiones. El que cualidades tan distantes del comportamiento observado deberían considerarse estándares del procedimiento judicial disminuye la credibilidad de la ley misma.

Una inconveniencia adicional de la ley India fue el cambio repentino con cada conquistador. El período musulmán tuvo una ventaja para el comercio en cuanto a que por primera vez todo el norte de India estuvo sujeto a las mismas leyes, [53] pero también una desventaja en cuanto a que el abandono súbito de las leyes tradicionales debe haber causado alguna confusión.

Tanto el capricho de la conquista como la distancia entre el ideal y la práctica implicarían que las leyes fueran interpretadas en formas para preservar la jerarquía y el privilegio en lugar de para la "justicia equitativa" a la cual los visitantes europeos estaban aspirando en sus propias tierras. El dilema británico fue que las leyes que ellos impondrían no serían ejecutadas mientras las leyes indias no protegieran el comercio y la producción en la medida que ellos deseaban. Su modus vivendi era, al igual que en África, permitir que continuaran los principios legales locales para las disputas locales pero gradualmente introducir las leyes británicas de la propiedad y contratación a través de estatutos y precedentes judiciales.

Sin embargo, al igual en que África aparecieron tres elementos adversos.  Primero, los tribunales británicos administraban la ley local, la hindú para los hindúes y el shari'a para los musulmanes. No solamente no estaban familiarizados con estas leyes sino que supusieron que eran estáticas. Al ponerlas por escrito, detuvieron su evolución natural y las adaptaron a su propia costumbre. [54] Segundo, las leyes impuestas por la autoridad externa no están acompañadas de los contrapesos establecidos cuando las mismas leyes evolucionan a través de la negociación y el debate parlamentario. La brecha entre los legisladores y los sujetos era inmensa. [55] Tercero, sin estos contrapesos, los jueces indios y los servidores públicos obtuvieron una autoridad que nunca antes habían conocido. Sin embargo, esa autoridad no surgió en su totalidad sino hasta después de la independencia porque hasta entonces estaba suprimida por la arrogancia racial de los oficiales británicos.

Prestando poca atención a las necesidades de la multitud, durante el siglo XIX los británicos prepararon codificaciones basándose en la ley inglesa en muchas ramas: "ley penal, civil y procedimiento penal, evidencia, contratos y sucesiones. " [56] Morris y Read llaman a esto un "logro sorprendente," pero Mensah-Brown encuentra que fracasaron todos los intentos británicos para reformar la ley india. [57] Únicamente hasta después de la independencia el nuevo gobierno puso por escrito un nuevo código legal hindú en 1955-56.

¿Es el sistema legal indio actual capaz de resolver eficientemente disputas que surgen de asuntos económicos? Si los eruditos han abordado esta pregunta, no he encontrado sus trabajos. Tal vez el caso de Union Carbide ofrecerá alguna pista.

En diciembre de 1984, una fuga de gas en la planta de esta compañía en Bhopal resultó en 2,000 muertes, con muchos miles más gravemente heridos. [58] Este accidente dio lugar a una discusión sobre si los juicios por daños deberían llevarse a cabo en los Estados Unidos ya que existía la posibilidad de que los tribunales indios serían incapaces de manejarlos. Pocos si no ningún reclamo fueron presentados, ya que hacerlo no es la costumbre en India:

Aún sin el litigio de Bhopal, los caóticos tribunales de distrito y tribunales superiores del país trabajan con un atraso de un millón de casos, muchos de los cuales serán arrastrados sin resolver hacia la década de 1990. La noción de que India podría manejar los juicios de Bhopal "es absurda," dice Salman Khurshid, un abogado de Delhi que ha estudiado e impartido enseñanza en Inglaterra. [59]

Dinero

En muchos sentidos, el sistema financiero indio del siglo XIII se parecía al de Europa. Aunque las monedas eran acuñadas principalmente por los monarcas (al igual que en Europa y en Japón), el crédito privado era extenso. Los gremios y otras asociaciones de mercaderes tenían vínculos más allá de las fronteras indias. Algunos se especializaban en el cambio de moneda y préstamos. Los mercaderes usaban arreglos del estilo commenda, similares a aquellos de las ciudades estado italianas. [60]

Los comerciantes indios habían conocido el dinero por lo menos desde los tiempos romanos. Las monedas de oro eran acuñadas por los monarcas Kushan (desde aproximadamente el 78 EC) y Gupta (320-540 EC). En el siglo XI, el dinero circulaba en todas las partes del sub-continente. El acuñamiento efectuado por el Sultanato de Delhi, iniciado en 1193, ayudó a desarrollar una red de crédito internacional.

La moneda del Imperio Mughal (1526-1761) se convirtió en una de las más acreditadas del mundo, con emisiones uniformes y estandarizadas y acuñamiento abierto para todos los que llevaran lingotes a una casa de moneda autorizada. Las  cuotas de señorío eran pequeñas, por lo que el valor de cambio de las monedas se aproximaba al valor de mercado del metal. Los precios fluctuaban entre el oro, la plata y otros metales. [61] Las monedas no metálicas y de base de metal eran usadas para el comercio en pequeño, incluyendo cobre, cauri y badam (una almendra amarga no comestible de Persia), plomo, hierro, estaño y semillas. [62] Las compañías comerciales europeas también emitieron monedas a menudo autorizadas por gobernantes territoriales en el sur de India, donde el control de Mughal era menos estricto. [63] Supuestamente, los gobernantes indios hicieron estos acuerdos — para los cuales los gobernantes africanos contemporáneos no vieron necesidad — porque India estaba en el centro de las rutas comerciales y las monedas y los arreglos de crédito eran necesarios para el comercio. El metal tenía que venir de afuera para estas monedas.

Por qué India no creció y se convirtió en uno de los centros financieros más grandes del mundo rivalizando con Gran Bretaña y Holanda, es inexplicable.   Los poderes europeos no hicieron nada para evitarlo. En efecto, una fuente de acuñamiento en India podría haber sido para su beneficio. Una razón principal de esta falta de desarrollo puede haber sido la falta de poder difuso en India, con el resultado de que el sistema monetario estaba grandemente adaptado al cobro de impuestos en lugar de a las necesidades del comercio.

Probablemente, la principal necesidad de monedas para Mughal y los gobernantes territoriales era comprar los bienes para la guerra; los impuestos eran la forma de obtener las monedas; y debido a la ubicación y exposición de India a la tecnología europea, que exigía monedas en lugar de productos, era un medio más apto para tasar impuestos. [64] Perlin explica la relación del dinero con los impuestos en el período Mughal. Primero, "los grandes banqueros urbanos se habían vuelto estrechamente involucrados con las actividades de los cobradores de impuestos en muchas partes de India." [65] Segundo, aún cuando los impuestos se pagaban en especies, otros cargos sobre los ingresos de los campesinos requerían monedas: "los contratos entre los tenedores de derechos residenciales y absentistas, la inmensa gama en tamaño de las diferentes acumulaciones de derechos y la complejidad de la organización de las casas más grandes habrían permitido una flexibilidad considerable de elección en cuanto al medio de cobro." [66] Por lo tanto, la relación entre monedas e impuestos no es sencilla. Más bien, las monedas desempeñaron su parte en un conjunto completo de transacciones económicas, en el cual la extracción del excedente del campesinado era el motivo dominante.

Los europeos contemporáneos, por otra parte, hace mucho que habían pasado el momento cuando la extracción del excedente del campesinado era su razón principal para acuñar monedas. En el siglo XVII, el poder y el comercio mundial estaban tan entremezclados que es imposible distinguir los motivos europeos. Cualquiera que sea el caso, para la era de Gresham el acuñamiento era valorado por suficientes de los muchos grupos de interés — los comerciantes de muchos países, los fabricantes, los grandes y pequeños agricultores, la Reina de Inglaterra y el Rey de Francia — que convergieron en una moneda estable (aunque no siempre lo lograron) por razones más allá de los impuestos. Fue diferente en Japón, donde las reglas de Tokugawa estaban tratando de eliminar el comercio internacional. Pero también era diferente en India y esta diferencia puede haber sido una razón del por qué India no permaneció como lo que una vez fue, el poder comercial dominante del mundo.

No solo era avanzado el acuñamiento de oro en India en el siglo XVII, sino también lo era el mercado de crédito privado:

Los préstamos monetarios involucraron a los profesionales y potencialmente a cualquiera que tuviera un excedente anual: administradores de derechos, administradores en su capacidad privada, soldados, tenedores de derechos acaudalados y el campesinado que gozaba de una mejor posición económica. . . . Los usuarios de los préstamos también incluían una gama considerable de diferentes ocupaciones y estatus, . . [67]

Dicha mezcla profusa de grupos e instituciones ya estaba integrada en un sistema total a través del cual los flujos internacionales de especies deben haberse relacionado directamente con la oferta monetaria para todas las actividades del país, cada una de ellas a ser abastecida de acuerdo con sus necesidades y la tasa de interés. Esto a su vez probablemente condujo a expansiones múltiples del dinero bancario, común también en los países más desarrollados. El último desarrollo es un banco central, el Banco de Reserva de India, creado en 1935. Aunque India perdió su oportunidad de convertirse en un centro financiero mundial, no obstante su sistema monetario ahora es moderno y eficiente.

Sin embargo, algunos factores inquietantes — a ser explicados en la siguiente sección — pueden ubicarse en los tiempos de Mughal. A pesar de lo eficiente que era el sistema de crédito, los registros demuestran que en la era de Mughal estaba afectado para el suministro de recursos para las familias importantes. [68] Se formó principalmente para las demandas del gobierno central y los focos dispersos de poder local y la necesidad de cumplir una enorme red de obligaciones, en lugar de como una fuente de crédito para el espíritu emprendedor económico. Podría ser tan eficiente y moderno como cualquiera en el mundo, pero serviría al desequilibrio de poder.  Lo mismo sucede actualmente.

En resumen, el sistema monetario en India tenía todas las posibilidades inherentes de convertirse en un rival moderno del de Europa noroccidental. Que no sucediera refleja el hecho que el dinero sigue a la cultura, no lo contrario. Al igual que sus sistemas legal y fiscal, el sistema monetario de India está basado en lo desviado del poder, el fracaso de la negociación vertical y la ventaja, el sistema de tenencia de tierras implacable y el dominio continuo de las autoridades sobre las clases inferiores. El sistema gira alrededor de la perpetuación de estos desequilibrios en lugar de la maximización de la producción interna y el comercio internacional.

India Ahora

El verdadero producto interno bruto de India aumentó en promedio el 4.39 por ciento durante veinte años, 1970-90. Con un crecimiento de población promedio del 2.16 por ciento anual durante el mismo período, el ingreso per cápita en el producto interno bruto fue de aproximadamente el 2.23 por ciento anual, una tasa respetable según los estándares mundiales. Los incrementos en la producción agrícola, gracias en parte a la revolución verde, han sido espectaculares; las hambrunas periódicas parecen ser cosa del pasado. A diferencia de muchos países del Tercer Mundo, India no ha incurrido en una deuda externa excesiva. Finalmente, las autoridades monetarias han controlado la inflación a un promedio modesto del 6 al 9 por ciento desde la independencia. [69] "[India] está surgiendo cada vez más como un gran poder industrial y militar. . . una nación cada vez más moderna, poderosa y auto-suficiente que fabrica de todo, desde grabadoras de vídeo hasta aviones de batalla." [70]

Según los principales indicadores económicos, India está en camino de convertirse en un país más desarrollado.  Sin embargo, escasamente cumple con el proceso de difusión del poder. ¿Habremos descubierto por lo tanto alguna falla en ese proceso?

No necesariamente. Si hubiéramos estado analizando a Rusia bajo Pedro El Grande, a Turquía bajo el Tanzimat del siglo XIX o a China a principios de la década de 1950 según los preceptos de la principal corriente económica, podríamos haber concluido que cualquiera de esas regiones habían "despegado" hacia el crecimiento económico sostenido. Sin embargo, todas ellas tambalearon.

Actualmente, hay pocas señales de que India pueda estar en el umbral de adquirir los primeros elementos de un proceso de difusión del poder. Primero, la tierra se está quedando corta. Si bien las aflicciones de la explosión de población son bien conocidas, esto tiene su lado bueno. Los indios ya no pueden emigrar de sus relaciones humanas; ya no hay más lugares a dónde ir. Segundo, se están formando grupos de interés para ejercer una presión pacífica sobre los "superiores" por un cambio en las instituciones. [71] Hay signos de negociación vertical, no solamente horizontal. Tercero, existe alguna conciencia de la necesidad de un libre mercado de bienes y servicios.

Pero los signos positivos — hasta ahora — están abrumados por un mar de signos negativos. Primero, aunque la privatización de la industria reina desde la década de 1990, no obstante, el gobierno central está dependiendo de su control sobre la economía. "Los negocios deben obtener permiso para entrar en los mercados o salir de ellos, para construir nuevas fábricas o para cerrarlas, para importar o para exportar." [72] "[N]o solamente debe ganarse el favor de un ministro antes de que este emita una licencia, asigne una vivienda u otorgue una pensión, sino que también de cada empleado por cuyas manos pase el archivo respectivo. . . ." [73] Segundo, la violencia es tan fuerte como siempre. En muchas zonas, continúa siendo un medio legítimo para resolver conflictos. Tercero, muchos de los proponentes de mercados libres de bienes y servicios, ya sean indios o de la comunidad internacional, están contentos de que estos deberían ser impuestos centralmente y no entienden por qué las autoridades centrales no siempre perciben las ventajas. Todavía no captan que los mercados libres se volverán duraderos únicamente si, como instituciones, se forman en mercados libres para las instituciones.

Los problemas económicos de India, que se han analizado mucho en otras partes, [74] se resumen aquí. Primero y más importante, la pobreza — tanto rural como urbana — es absoluta e intensa. [75] Segundo, las empresas comerciales tienen un alto costo y son ineficientes. Los productores privados están protegidos de la competencia internacional y las empresas estatales incurren en grandes pérdidas subsidiadas. [76] Apenas puede esperarse que la privatización rinda eficiencia bajo estas circunstancias. Tercero, los controles de los precios y la producción favorecen a los pocos acaudalados, mientras que limitan o cierran oportunidades para los muchos pobres. Cuarto, el progreso agrícola espectacular está muy limitado a las tierras abundantes en agua de los agricultores más acomodados. En otras propiedades agrícolas, la agricultura ha estado estancada durante un siglo o más. La gran mayoría de la población rural de India vive en las regiones menos favorecidas; muchos son parceladores sin tierras. Quinto, el empleo estatal es excesivo y bastante improductivo. Algunos predicen que sin grandes cambios políticos, el progreso económico del que India alardea tendrá una corta vida.

Suponiendo que el Gobierno de India está motivado para promover el "bienestar nacional general," los asesores económicos están proponiendo algunas o todas las siguientes medidas: (1) Continuar vendiendo ("privatizar") las empresas estatales no rentables o hacerlas responsables de otra forma para que puedan operar con utilidades. Cerrar aquellas donde hacerlo es imposible. (2) Eliminar los controles de precios. (3) Reducir la burocracia innecesaria para que las cuentas estatales se equilibren. (4) Tanto la tasa de inflación como el déficit exterior deberían disminuirse mediante políticas adecuadas de tasas de interés y de cambio. Aunque los aumentos de precios y la balanza de pagos no son problemas crónicos, han estado empeorando últimamente. (5) Es necesaria una reforma agraria a fondo para una mejora agrícola.

La reforma agraria ejemplifica la posibilidad técnica de un movimiento positivo que las partes se rehúsan a aceptar. Debido a que "la limitación absoluta es la proporción desfavorable entre la tierra y la población en las áreas rurales " y a "las desigualdades extremas en la distribución de la propiedad," [77] y debido a que la parcelación no provee el incentivo para realizar una agricultura que requiere mucha mano de obra, Frankel concluye que la reforma agraria es un prerrequisito para el aumento en los ingresos de los campesinos. Los grandes propietarios (50 acres o más) siembran parcelas pequeñas y dispersas en las cuales "raramente son capaces de obtener el rendimiento máximo [porque el tamaño es] menor que el área óptima para el cultivo eficiente de las variedades de alto rendimiento." Aunque Frankel sostiene que un aumento en la producción es físicamente posible con la tecnología conocida, ella explica convincentemente que lograrlo es imposible bajo el régimen de tenencia actual. Pero cambiar el régimen de tenencia es también imposible, dice ella. El gobierno central no puede ordenarlo. Esta decisión está reservada constitucionalmente a los estados, cuyos gobiernos están controlados por los terratenientes. Ni puede surgir de abajo, ya que los beneficiarios son demasiado débiles para exigirlo efectivamente. Aunque pesimista en cuanto al futuro inmediato, ella termina con la vaga esperanza de que una reforma agraria democrática ocurra en algún momento en el futuro. [78]

Sin embargo, Frankel no da seguimiento a su observación contundente de que una solución positiva — producción agrícola incrementada — es físicamente posible con la tecnología conocida. Por lo tanto, si todas las partes ganarían a través de alguna distribución del incremento entre terratenientes y campesinos, ¿por qué no pueden acordar hacerlo y dividir las ganancias? Una de las explicaciones de Frankel es que "algunos terratenientes sencillamente no están interesados en el desarrollo agrario o en maximizar la producción de sus propiedades. Bajo el régimen de tenencia actual tienen un ingreso confiable sin esfuerzo, cobrando el alquiler y los intereses sobre los préstamos." [79] Aún, parece poco razonable que los terratenientes no desearían aumentar sus rentas a través del aumento en la productividad. La utilidad marginal del ingreso seguramente no ha llegado a cero para ellos.

Varias explicaciones posibles nos vienen a la mente para el fracaso de una mayor cooperación entre dueños y campesinos para incrementar la producción para beneficio mutuo. Los propietarios podrían temer que cualquier movimiento aparentemente positivo permitiría a los campesinos tomar sus tierras violentamente. O podrían creer que consolidar las propiedades fragmentadas reduciría su habilidad política, que depende de una presencia extensiva. O no querrían reconocer a los campesinos de casta inferior como agentes negociadores legítimos. O podrían sentir que cualquier cambio es un riesgo que no desean correr. Tranquilizarlos sobre estos asuntos podría requerir de una comunicación con las castas inferiores y alguna confianza, y carecen de ambas. Cualquiera que sea el caso, los propietarios no parecen estar deseosos de negociar el poder por bienes.

Estas son especulaciones, todas de las cuales implican que la falta de confianza en las relaciones verticales todavía es una barrera. El proceso de difusión del poder se iniciaría únicamente cuando los terratenientes se vean obligados a negociar con los campesinos debido a que alguna circunstancia lo requiere para su propia supervivencia.

Conclusión

Los logros económicos de India, comparados con, digamos, aquellos de África, se explican principalmente por la geografía — su ubicación al centro de las rutas comerciales este-oeste — pero esta feliz circunstancia no ha sido suficiente para materializar la promesa de la altamente avanzada sociedad industrial y financiera que podría haberse pronosticado en el siglo XIII.

Probablemente debido a otra circunstancia geográfica — la abundancia de tierra hasta el siglo actual — los grupos indios raramente se han visto obligados a comunicarse y a negociar verticalmente entre sí. Las invasiones numerosas y la guerra crónica son otra explicación. El comercio internacional (según la tesis de Goodell) puede ser aún otra. Con la capacidad de escapar unos de los otros, las élites indias y los plebeyos han seguido el patrón antiguo, que el poder no será cedido a favor de la cooperación vertical y no se acordarán mercados libre como la segunda mejor opción para todos, hasta que no haya otro camino para la supervivencia.

Algunas élites indias se unen a gobiernos extranjeros, agencias internacionales y académicos creyendo que el poder descentralizado y la libertad de empresa pueden imponerse por mandato gubernamental. Por ejemplo, dos fuentes periodísticas proclamaron:

La India de Rajiv Gandhi se Mueve Hacia Reformar el Gobierno, la Industria. Baja las Barreras al Comercio, Remueve a los Altos Funcionarios, Se Enfrenta a la Inmensa Burocracia. [80]

El Primer Ministro Gandhi, prometiendo a los votantes una descentralización del poder, desea hacer obligatorios los consejos de aldea elegidos en toda India y ha introducido una enmienda constitucional para lograr que ocurra el "panchayat raj," o el "poder para los panchayats." El lema está pintado en las paredes de todos los lugares que visita. [81]

"Lo que el señor otorga, el señor lo puede quitar." Las promesas de Gandhi no eran garantía de que él o sus ministros o sucesores no se retractarían luego de lo que él había otorgado. De todas formas él nunca tuvo la oportunidad de implementar estos planes a largo plazo; fue asesinado en 1991.

Las agencias extranjeras e internacionales pueden muy bien estar repitiendo los errores de los británicos cuando ellos respaldan la "descentralización centralizada," moralmente o financieramente. Al hacerlo, ayudan a que las élites obtengan el poder que nunca antes habían tenido y hacen que los campesinos estén más atados a los gobernantes, tal como lo hicieron los británicos y por la misma razón: para que moldeen su país a un mundo de elección foránea.

La apariencia actual de economía liberalizada y de progreso económico no sobrevivirá a menos que los grupos de interés que ahora se están formando puedan ejercer suficiente poder para hacer que los gobernantes sean responsables de su uso de los recursos.  En esto, el surgimiento de la democracia puede ser un gran impulso. El que un gobierno pueda salir del cargo por medio del voto y que no pueda regresar por un golpe de estado, como podría suceder en algunos países de América Latina o de África, brinda a estos grupos una poderosa herramienta de negociación.

Sin embargo, hasta ahora no la han usado bien.  A menos que lo hagan, India compartirá un destino similar a otras instancias históricas de desarrollo del mando, que también fueron inducidas por poderes extranjeros. Únicamente con el avance de nuevas fuerzas pluralizadas, que ya son débilmente evidentes, los segmentos más pobres de India escaparán de sus siglos de miseria absoluta.

 

Notas

  1. EBMa 1974:9:339.
  2. Wolpert 1977:70, 74, 78.
  3. EBMa 1974:9:345.
  4. Wolpert 1977:92; Lewis 1988:185.
  5. Ludden 1985:139.
  6. Ludden 1985:35.
  7. Powelson 1988: capítulo 16.
  8. Kumar 1982, capítulo II.
  9. Wade 1988:4,5. Para fines de apoyo, él cita a Hofstede 1980 y a Kakar 1981.
  10. Shelvankar 1940:102, citado por Desai 1954:3.
  11. Powelson 1988:194.
  12. Metcalf 1979:3.
  13. Stein 1969:180.
  14. EBMa 1974:9:363.
  15. Powelson 1988:195.
  16. Banerjee 1980:262.
  17. Ludden 1985:89. Las descripciones de mirasidars están en las páginas anteriores.
  18. Habib 1982:48.
  19. Ludden 1985:42, 81.
  20. Banerjee 1980:261.
  21. Gordon 1979:74.
  22. Gordon 1979:78.
  23. Gordon 1979:75.
  24. Habib 1982:48.
  25. Kumar 1982:207, 29.
  26. Banks 1990:284-5.
  27. "Sikhs Raise the Ante at a Perilous Cost to India," New York Times, 11/7/82.
  28. Hazarika, Sanjoy, "The Benaglis in Assam: How a Tragedy Evolved," New York Times, 2/24/83; "Ethnic Slaughter in Assam Abating, but Not the Fears of the Survivors," 3/28/83; y "Peace Fragile in Assam Year After Massacres," 2/26/84.
  29. Hazarika, Sanjoy, "Scores Killed in Ethnic Violence in Northeast India," New York Times, 8/13/89.
  30. Articles by William K. Stevens in New York Times, 3/27/84. 4/3/84, 4/8/84, y 5/23/84. Also Hazarika, Sanjoy, "41 Torture Victims Found at Sikh Shrine," New York Times, 8/7/88.
  31. Weisman, Steven R., "Indian Tea Region Yields Bitter Harvest of Unrest," New York Times, 10/3/86.
  32. Charlton, Linda, "Assassination in India: A Leader of Will and Force," New York Times, 11/1/84.
  33. Weisman, Steven B., "Murderous Feuds Threaten Unity of South Asian States," New York Times, 4/26/87.
  34. Weisman, Steven R., "India's Corner of Misery: Bihar's Poor and Lawless," New York Times, 4/27/87.
  35. Weisman, Steven R., "In Punjab, the Young are Particularly Restless," New York Times, 6/29/86.
  36. Weisman, Steven R., "Sri Lanka: A Nation Disintegrates," New York Times Magazine, 12/13/87.
  37. Banks 1990:289.
  38. Encyclopedia Britannica Book of the Year 1991:430.
  39. Spaeth, Anthony y Greenberger, Robert S., "Assassination of Gandhi Ends Political Dynasty That Shaped India," Wall Street Journal, 5/22/91.
  40. Hazarika, Sanjoy, "Kashmir Dispute is Souring India-Pakistan Relations," New York Times, 1/31/90.
  41. Hazarika, Sanjoy, "2 Die as Upper Castes Fight Allotment of Jobs in India," New York Times, 9/26/90.
  42. Desai, Anita, "India: The Seed of Destruction," The New York Review, 6/27/91.
  43. Hasan 1969:19.
  44. Powelson 1988: capítulo 17.
  45. Neale 1969:8-10.
  46. Derrett 1973:10.
  47. Sen-Gupta 1953:8-9.
  48. "Aunque la ley hindú tuvo sus orígenes en India, ya no es la ley de India más que la ley islámica es la ley la ley nacional de los estados musulmanes. Es la ley de una comunidad que en el sureste de Asia observa el hinduismo o una filosofía de vida conocida como el brahmanismo " (Mensah-Brown 1976:53).
  49. Derrett 1973:13.
  50. Sen-Gupta 1953:272-73.
  51. El hecho de seis productos pero siete períodos de tiempo es un error aparente del recuento del autor.
  52. Derrett 1973:22-23.
  53. Lewis 1988:183.
  54. Derrett 1973:22-23.
  55. Derrett 1973:25.
  56. Morris y Read 1972:110.
  57. Mensah-Brown 1976:55.
  58. Banks 1989:275.
  59. Stewart, James R., "Why Suits for Damages Such as Bhopal Claims are Very Rare in India," Wall Street Journal, 1/23/85.
  60. Lewis 1988:186.
  61. Prakash 1987:173.
  62. Perlin 1987:240.
  63. Prakash 1987:188.
  64. Prakash 1987:204.
  65. Perlin 1987:278.
  66. Perlin 1987:279.
  67. Perlin 1987:280-1.
  68. Perlin 1987:282-3.
  69. Los datos en este párrafo están calculados a partir del Fondo Monetario Internacional, International Financial Statistics Yearbook 1989:412-3 1992:406; Marzo 1992:282-4 y Mayo 1993:280-1.
  70. House, Karen Elliott y Kann, Peter R., "India, though plagued by poverty, emerges as major world power, Wall Street Journal 8/8/84.
  71. Véase, por ejemplo, "Organized Interest Groups," en Divekar 1978, capítulo 5. La formación de grupos de interés también se informa en el New York Times, 8/14/81, 1/17/82, 1/20/82, 6/15/82, 10/29/84, 7/26/88 y 6/28/89.
  72. Passell, Peter, "India's Slow-Growth Path," in New York Times, 3/18/87.
  73. Desai, Anita, "India: The Seed of Destruction," The New York Review, 6/27/91.
  74. Por ejemplo, Banco Mundial 1990a y 1990b; también Lucas y Papanek 1988. Para artículos periodísticos sobre progreso industrial y espíritu emprendedor, véase el New York Times, 8/2/81, 2/24/83 y 8/6/83.
  75. Para artículos periodísticos sobre población y pobreza, véase el New York Times, 2/19/82. 8/8/84, and 4/27/87.
  76. Para artículos periodísticos sobre centralización excesiva véase el New York Times, 7/28/81, 1/14/82, 1/17/82, 2/20/82, 7/16/82, 8/15/82, 9/16/84 y el Wall Street Journal, 4/11/88.
  77. Frankel 1979:154.
  78. En el estado de Kerala sí ocurrió una reforma agraria democrática. Aunque el gobierno estatal fue etiquetado como "comunista", la reforma no siguió preceptos comunistas. La tierra fue confiscada a los grandes propietarios y fue dividida entre la clase media. Muchos quedaron sin tierras. Esta reforma se describe en Powelson y Stock 1990: capítulo 10.
  79. Frankel 1979:158.
  80. Sterba, James P., "India's Rajiv Gandhi Moves Fast to Reform Government, Industry," en el Wall Street Journal, 2/14/85.
  81. Croisette, Barbara, "Village Councils Reborn (Gandhi Gets There Late)," New York Times, 6/28/89.

Copyright © 1994 by the University of Michigan. First published in the USA by the University of Michigan Press, 1994.

Published on the World Wide Web by The Quaker Economist with permission from the University of Michigan Press, 2005.

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